Fotogalería | 50 preciosas islas del Mediterráneo que todo viajero debe conocer
No es lo mismo tomar sol en una playa, que tomar sol en una isla de historias míticas, los mejores sabores y encantadores poblados.
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No es lo mismo tomar sol en una playa, que tomar sol en la playa de una isla con historias míticas, los mejores sabores y encantadores poblados. Y más aún si lo hacemos frente al romántico Mar Mediterráneo. En esta fotogalería, una lista de 50 islas que todo buen viajero debe conocer. [ Ver fotogalería ]
- No es lo mismo tomar sol en una playa, que tomar sol en la playa de una isla con historias míticas, los mejores sabores y encantadores poblados. Y más aún si lo hacemos frente al romántico Mar Mediterráneo. En esta fotogalería, una lista de 50 islas que todo buen viajero debe conocer.
- Ibiza, Islas Baleares (España). Tranquilidad diurna y una agitada vida nocturna es lo que tiene la isla blanca de las Baleares. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Milo, islas Cícladas (Grecia). Aún sin colonizar por el turismo masivo, es un pequeño remanso de paz en la Grecia insular y su encanto radica en el hecho de que son muchas y distintas las playas de las que disfrutar y pocos los turistas. Foto: Condé Nast Travel
- Capri, Campania (Italia). Desde la época republicana de Roma, la gente soñaba con ir de vacaciones a Capri, del latín «isla de las cabras». No te pierdas sus maravillosas vistas, ni su mágica gruta azul: una cueva acuática donde resplandece el sol en un intenso azul filtrado por el mar. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Sifnos, islas Cícladas (Grecia). Sus playas se alternan en la visita a la isla con la ciudad de Sifnos, que se levanta junto a los restos arqueológicos de la ciudad primitiva. Posee una encantadora industria alfarera. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Porquerolles, archipiélago de las Îles d’Hyères (Francia). Las playas de Notre Dame, La Courtade y Plage d’Argent son las reinas del cotarro en la isla francesa de Porquerolles, una posesión insular, parte del archipiélago de las Îles d’Hyères, que le da a los galos un pequeño paraíso cuasi-caribeño en aguas del Mediterráneo. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Rab, Condado de Primorje-Gorski Kotar (Croacia). Aquí custodian uno de los últimos bosques de robles del Mediterráneo, a lo que hay que sumar el perfil medieval de la ciudad vieja, con torres e iglesias románicas. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Naxos, archipiélago de las Cícladas (Grecia). Con playas perfectas, ha sido desde albores de la historia un destino deseado por los aventureros que recorrían grecia y aún hoy sigue siendo una parada obligada en cualquier ruta por las islas del Egeo. Foto: Condé Nast Travel
- Sicilia (Italia). La gran isla del Mediterráneo, repleta de tesoros arqueológicos y con una naturaleza del todo fotogénica es simplemente fascinante. Palermo, Catania, Taormina, Messina o Siracusa son algunos imprescindibles. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Kastelorizo, archipiélago del Dodecaneso (Grecia). Con una muralla micénica, algún vestigio bizantino y fortines medievales, la isla de Kastelorizo se suma a la lista de ínsulas cosmopolitas griegas. Ideal para disfrutar de sus bonitos pueblos, con un gran mestizaje cultural, y de sus preciosas playas. Foto: Condé Nast Travel
- Mallorca, islas Baleares (España). Con su perfil rocoso en los dominios de cabo Formentor y sus aguas color turquesa en algunas de sus paradisiacas playas, suma puntos entre los viajeros. Foto: Condé Nast Travel
- Malta. La fortaleza del Mediterráneo, así podría definirse Malta. Antaño bastión de la orden de Malta, hoy un destino encantador cargado de historia y con una gastronomía al más puro estilo mediterráneo. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Serifos, islas Cícladas (Grecia). Fue allí donde encontraron refugio Perseo y su madre Dánae tras ser abandonados a la deriva en el mar. Foto: Condé Nast Travel
- Corfú, Islas Jónicas (Grecia). Es en ella donde sitúa Homero el hogar de los feacios, que acogen a Ulises en el último tramo de su viaje, y es en ella donde Poseidón agasaja a la ninfa Kókyra, de cuyo nombre deriva el de la isla. El casco antiguo de Corfú y su gastronomía suman todavía más puntos a favor de esta ya mítica isla griega. Foto: Condé Nast Travel
- Citera, Islas Jónicas (Grecia). El punto fuerte de la isla griega de Citera son las cuevas santuario y los castillos venecianos. El vino y la miel son los productos estrella de la isla de la Diosa del amor, que durante el siglo XVIII fue sinónimo en las cortes europeas de inocencia y amor. Foto: Condé Nast Travel
- Cerdeña (Italia). Es la segunda isla en tamaño del Mediterráneo, 24.000 kilómetros cuadrados repletos de historia, cultura y mucha grastronomía. Iglesias románicas y villas a la italiana salpican su inolvidable geografía. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Isquia, Campania (Italia). Frente a la bahía de Nápoles, la isla de Isquia remonta su fama a los versos de Virgilio, cuando la menciona como una de las escalas del noble Eneas en su búsqueda de una nueva patria. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Gozo (Malta). Es un pequeño enclave por el que han pasado todas las grandes civilizaciones del Mediterráneo. Hoy su uso como gran base militar de la Cristiandad ha dejado paso a la vida tranquila, de paseos en barca, gastronomía de mar y relax en sus playas. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Prócida, Campania (Italia). Tierra del limón y el «limoncello», el pueblo de Marina Grande es su mejor postal. Foto: Condé Nast Travel
- Isla Dugi Otok (Croacia). «Isla larga· es lo que significa Dugi Otok, el nombre de una de las islas de la Costa Dálmata central, que hace honor a ello precisamente por sus 45 kilómetros de largo y 5 de ancho. Foto: Condé Nast Travel
- Santorini, Islas Cícladas (Grecia). El Mediterráneo baña con especial mimo a esta isla de pueblos blanquiazules y atardeceres tintados. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Lokrum (Croacia). Llamada «la perla del Adriático», se la conoce como la mítica isla Ávalon, donde fue llevado el rey Arturo para su eterno descanso. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Leros, archipiélago del Dodecaneso (Grecia). Sus aguas tranquilas invitan a desconectar del mundo en una de sus pequeñas ciudades portuarias, todas con un paisaje de fondo hechizante. Foto: Condé Nast Travel
- Chipre. Como tercera isla del Mediterráneo, Chipre tiene mucho que ofrecer, desde sus maravillosas playas, a su rica cultura -una fusión de las tradiciones griegas y turcas-, pasando por la belleza de sus ciudades, con Nicosia al frente. Foto: Condé Nast Travel
- Formentera, Islas Baleares (España). Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Folégandros, islas Cícladas (Grecia). Su nombre, según marca la tradición, es el de uno de los hijos del mítico rey Midas. Es la isla más pequeña del archipiélago de las Cícladas y tiene varios pueblitos pintorescos y un monasterio en una montaña. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Ítaca, islas Jónicas (Grecia). Sus bonitas playas, el puerto grande Vathí y su deliciosa gastronomía son sus mayores encantos. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Symi, archipiélago del Dodecaneso (Grecia). Sus mayores encantos son la gastronomía que regala el mar y las noches frescas de sus pueblos pesqueros. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Elba, Toscana (Italia). Napoleón se sintió encerrado en esta isla pero, sin duda, fue porque no vio las bellezas que ofrecía. Playas, gastronomía y cierta desconexión con las grandes urbes es lo que ofrece la isla de Elba. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Lipari, archipiélago de Lipari (Italia). Su perfil rocoso fue declarado en el año 2000, junto al resto de islas del archipiélago, Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Mljet (Croacia). A los croatas les gusta decir que fue en la isla de Mljet donde la ninfa Calipso retuvo al mítico Ulises durante siete años. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Lemnos (Grecia). En pleno mar Egeo, la mítica isla de Lemnos, que según la mitología hubo un tiempo en el que sólo fue habitada por mujeres. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Brac, Condado de Split-Dalmacia (Croacia). La playa de Bol, en la foto, recibe miles de visitantes por año. Foto: Condé Nast Travel
- Archipiélago de Cabrera, Islas Baleares (España). A poco más de una hora de navegación desde Mallorca, el Archipiélago de Cabrera constituye el mejor exponente de ecosistemas insulares no alterados del Mediterráneo español. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Samos, Islas Espóradas Orientales (Grecia). Pegada a la península de Anatolia, la isla de Samos es una isla con un rico pasado cultural forjado por griegos y turcos. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Amorgós, islas Cícladas (Grecia). Homero la llamó la «isla desnuda», ya que su tierra es estéril en gran parte de su superficie. Sus grandes atractivos son sus playas y su encantador monasterio, el de Khozoviótissa, levantado en el siglo XI y colgado a 300 metros sobre un acantilado. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Cefalonia, islas Jónicas (Grecia). Son muchos los puntos que deben visitarse en la isla de Cefalonia: desde la playa de Mirtos, elevada al estatus de paraíso por los isleños, hasta el castillo de Agios Georgios, pasando por la maravillosa cueva de Melissani (en la foto). Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Zakynthos (Grecia). Aguas cristalinas que reflejan el intenso azul del cielo y fina arena blanca de usufructo privado en Grecia. Solamente se puede llegar a la playa de Shipwreck (foto) en barco. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Hvar (Croacia). En el punto que el Mediterráneo se convierte en Adriático, el azul parece más intenso. Entre sus «imperdibles», sus aguas cristalinas y el elegante casco urbano de la ciudad de Hvar. Foto: Condé Nast Travel
- Mikonos, islas Cícladas (Grecia), una de las estampas más emblemáticas de Grecia. Foto: Condé Nast Travel
- Córcega (Francia). Patria chica de Napoleón, es la cuarta isla más grande del Mediterráneo. La gastronomía es insuperable, una irresistible mezcla de lo mejor de la cocina francesa e italiana, lógico si pensamos que fue italiana hasta 1768. Foto: Condé Nast Travel
- Isla Hidra (Grecia). Puerto Hidra se muestra frente al mar en forma de media luna y repleta de restaurantes, tiendas y galerías que hacen las delicias de los visitantes. Hoy su vida comercial y la naturaleza que guarda más allá de Puero Hidra son los grandes encantos de la isla. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de la Magdalena, archipiélago de la Magdalena (Italia). Cuenta con 49 kilómetros cuadrados de tranquilidad. Visible desde la cercana Cerdeña, cuyos habitantes son conscientes de que en el archipiélago se encuentras las playas más bellas del lugar. Foto: Condé Nast Traveler
- Isla de Paros, islas Cícladas (Grecia). Los 118 kilómetros de playas son la carta de presentación de la isla de Paros, patria del poeta Arquíloco. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Cres (Croacia). Es una postal tras otra de playas y pequeños bosques. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Korcula (Croacia), la sexta isla más grande del Adriático, una franja de unos 46 kilómetros de largo y unos 7 de ancho que posee por igual todo el encanto natural de la Costa Dálmata. Foto: Condé Nast Travel
- Menorca, Islas Foto: Condé Nast TravelBaleares (España). Poseedora también de increíbles panorámicas azules, Menorca enamora con un encanto muy especial. Foto: Condé Nast Travel
- Lesbos (Grecia). Idílico hogar de la poetisa Safo y su escuela de escritoras, la isla de Lesbos es todo un reclamo LGBT en pleno mar Egeo. No dejes de ver su bosque de secuoyas petrificadas, el segundo más importante del mundo en su clase. Foto: Condé Nast Travel
- Isla Djerba (Túnez). Marineros y judíos son los habitantes de esta cuasi isla, ya que está unida al continente por una calzada de siete kilómetros que levantaron los romanos. Foto: Condé Nast Travel
- Isla de Poros (Grecia). Su población ronda los 4.000 habitantes y su territorio está cuajado de bosques, enclaves arqueológicos y pequeñas calas desde donde avistar atardeceres. Foto: Condé Nast Travel
- Rodas, archipiélago del Dodecaneso (Grecia). La Orden de los Caballeros de Jerusalén estuvo aquí antes de trasladarse a Malta y levantaron en Rodas un castillo que aún hoy marca el perfil de la ciudad medieval, Patrimonio de la Humanidad. Entre sus playas más tranquilas y paradisíacas podemos enumerar dos: Lardos y Gennadi. Foto: Condé Nast Travel