ESPECIAL | VACACIONES DE INVIERNO 2013
Montañas de aventura, relax y diversión
Una serie de destinos nevados con las mejores opciones. Todos compiten por tentar a turistas. Recomendaciones, precios y hoteles.
Para una familia tipo, una semana de esquí costará un promedio de $ 60 mil –con todo incluido– en algún centro argentino. [ Ver fotogalería ]
Publicado en el Suplemento Turismo, Diario PERFIL, el 22 de junio de 2013.
NEUQUÉN / CERRO BAYO
Centro de esquí boutique, a 15 minutos de Villa La Angostura, inaugura una telecabina, Cumbre, que conduce al punto más alto del cerro, (1.805 m.s.n.m.) y amplía la superficie esquiable de 280 hectáreas a 460, abriendo las nuevas pistas de dificultad Azul y Roja y áreas fuera de pista. La modernización se ve en los dos rentals existentes, uno nuevo de alta gama en la base, la ampliación del Point 180º, espacio de gastronomía premium y un nuevo centro de atención.
El complejo dispone de 14 kilómetros de pistas esquiables, divididas en 25 recorridos con cuatro niveles de dificultad; un descenso ininterrumpido de 6 mil metros; más de cuatro kilómetros de fuera de pista con inmejorables vistas al lago Nahuel Huapi; 16 medios de elevación que podrían trasladar 6.890 personas por hora; y dos snowparks para Freestyle de esquí y snowboard. Un punto fuerte es que las pistas para principiantes están a 1.500 metros de altura, con nieve todo el invierno. También se pueden hacer caminatas con raquetas por el bosque y canopy. En tanto, para el après-ski (después del esquí) hay cenas en altura, fiestas, chill out y barra de tragos en la montaña.
Hay programas de esquí para personas con discapacidades y los niños tienen un MiniTerrain Park y guardería hasta 12 años. Los pases por siete días: $ 1.903, $ 1.521 y $ 957 para temporada alta, media y baja. El traslado diario al cerro costará $ 70 y el Ski Week (7 noches base doble con desayuno, transfer al cerro y pases) entre $ 4.657 y $ 11.393 en alta, y de $ 3.720 a $ 8.990 en media.
Montañas de aventuras con dinero del Estado y diversiòn disfrutan los montos que juegan con nuestros militares como los chicos con sus peluches. Triste realidad argentina que no tiene ni rumbo ni identidad, sangrando por distintas heridas que no terminan de cicatrizar. Duele ver este arrebato a nuestras fuerzas armadas que no porque estemos en democracia deben ser utilizadas como un juguete.