Celebration Village / Estados Unidos
Casi un mundo ideal
Una ciudad que reproduce el estilo arquitectónico de muchas otras famosas urbes de Estados Unidos. Fotos.
A cinco minutos de Disney World se levantó en 13 años una ciudad que reproduce el estilo arquitectónico de muchas otras famosas urbes de Estados Unidos. César Pelli participó del proyecto. Foto: Cedoc Perfil [ Ver fotogalería ]
Por Mónica Martín (*)
Cuando uno logra despegarse del bien ganado magnetismo del gorro de Mickey Mouse, se da cuenta de que, más allá de Lake Buena Vista (ese inmenso ex pantano donde se desarrolla el imperio Walt Disney World), existe otro mundo. Ahora bien, Orlando, a primera vista, no tiene algo que los argentinos entendamos como barrio o ciudad. ¿Dónde viven todas esas personas simpáticas que sólo conocen una palabra en castellano: “Messi”?
La primera respuesta apareció cuando, perdidos de noche, llegamos a Celebration Village, algo que pocos argentinos conocemos. Las coordenadas dicen que es una comunidad al noroeste del Condado Osceola, en el estado de Florida.
Apenas 7.272 hectáreas y una ciudad de verdad, con cuarenta vecindarios, negocios, oficinas, restaurantes, estacionamientos públicos camuflados, un paseo lacustre central con 41 km de senderos, cinco pequeños espacios verdes y una plaza pública. Hay tres establecimientos educativos, un hospital modelo, un cuartel de bomberos, estación de servicio y gimnasio.
Allí viven alrededor de 9 mil personas, en 4.060 casas que se cotizan con un piso de US$ 200 mil. Está a cinco minutos de Disney Parks (separados por la autovía I-4) y su dueño original fue, precisamente, Walt Disney Company, ya que estos terrenos le pertenecían.
El downtown de Celebration nació apenas en 2000, concebido como algo perdurable por Robert Stern, Jaquelin Robertson y algunos de los más importantes arquitectos de Estados Unidos, a quienes se sumó incluso nuestro tucumano César Pelli.
“La idea detrás de Celebration fue crear un pueblo tradicional en su espíritu, pero moderno en el sentido de cómo vive la gente” (Stern). Todo es concéntrico, casi laberíntico (obliga a la gente a conectarse) y evoca otras ciudades de la nación (East Hampton, Nueva York, el Far West, etc). Por ejemplo, el Preview Center de Charles Moore, con ladrillos a la vista y techo de metal, es el equivalente arquitectónico del Levi’s 501”.
Campus Street tiene construcciones color pastel que resplandecen al sol, como en Charleston, Nueva Orleans y St. Augustine. Todas las casas de Bloom Street están precedidas por pórticos de columnas, como los livings outdoors de las residencias victorianas de la costa de Carolina del Sur. La zona comercial se ve “ligeramente vieja”, como en Nueva Inglaterra.
El arquitecto César Pelli (Carnegie Hall, MoMA, World Financial Center, Torres Petronas) tuvo en sus manos el Complejo Cinematográfico. Quiso que fuera como los “talkies, las salas de cine de los años 30, donde ver películas sonoras era un evento, menos rutinario que pasar la tarde en el multiplex de un shopping”. Antes de la Segunda Guerra Mundial, la gente convivía en pequeños pueblos y llevaba una vida simple, sociable.
Por eso esta ciudad fue diseñada para que las calles pertenecieran a la gente, no a los autos. Todo está compactado y las distancias son amenas caminatas. Uno de los hoteles más emblemáticos del downtown, Celebration Suites, es incluso anterior (1974) a este revival sorprendente.
A cinco minutos de los parques y todas las atracciones de Orlando, tiene una relación costo-beneficio (desde US$ 41) que ningún otro puede superar: estacionamiento gratuito, piscinas, desayuno por US$ 2, cocinas totalmente equipadas, películas gratis, business center 24 horas, gimnasio, parrilla, y es petfriendly… Casi un mundo ideal bajo el ala de aquel hombre que pensó que los sueños podían ser realidad.
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(*) Nota publicada en Diario PERFIL el sábado 27 de julio de 2013.