De paseo por Rétino, la Venecia de Creta
Ciudad de pasado otomano, las callejuelas de su casco histórico recuerdan a la enrevesada red de caminos de Venecia. Fotos.
El puerto veneciano, con restaurantes, es un lugar agradable para disfrutar de una buena. Su café, de sabor intenso. Foto: dpa [ Ver fotogalería ]
Por Daniela David (dpa)
El reloj de la catedral marca justo la hora en punto cuando Kostas Giapitsoglou da la vuelta a la esquina. El arqueólogo jefe de Rétino (Isla de Creta, Grecia) está orgulloso de su ciudad, y eso se nota. «Casi el 90 por ciento de nuestras edificaciones históricas se conservan hasta hoy«, afirma el experto, que desde hace años se ocupa de que no se echen abajo sin más los edificios más valiosos de esta ciudad de 30.000 habitantes. «Tuvimos que crear con esfuerzo la conciencia por la herencia arquitectónica«.
Kostas pasea por las callejuelas del casco antiguo que recuerdan a la enrevesada red de caminos de Venecia. No por casualidad, los venecianos utilizaron Creta desde hace siglos como una base de apoyo de su imperio comercial. Los imponentes portales de entrada de los viejos palacios son un testigo de ello, así como los grandes arcos de piedra en los bajos de muchas casas.
Pese al bullicio del turismo, el casco antiguo ha mantenido algo de idilio. En la pastelería «Mona Lisa», Nikos Skartsilakis trabaja en la cocina. El joven fabrica helado de manera tradicional, es decir, con leche de oveja. «Sabe mucho mejor«, explica. «Pero nuestro helado es también más caro y tiene más calorías«.
Probablemente pasará pronto a ser una pieza de museo la profesión de Giorgos Jatziparashos, el último panadero de hojaldres de Rétino. Giorgos no tiene nada en contra de que los visitantes le miren mientras trabaja en su horno. Desde 1942 produce todo a mano. El hojaldre es una reliquia culinaria de la era otomana. En 1646, los turcos vencieron a los venecianos y tomaron Rétino, donde permanecieron por más de 200 años, algo que se aprecia hasta hoy.
«Los otomanos diseñaron los edificios a su agrado«, explica el arqueólogo Kostas y señala hacia algunas casas en el casco viejo. Los otomanos convirtieron las iglesias en mezquitas. Al convento agustino del siglo XVI le construyeron un minarete de 40 metros de alto. Desde arriba, donde en su día el muacín llamaba a la oración, los visitantes tienen ahora una vista panorámica de la ciudad y el mar.
La mezquita de Neratze es la mayor de las cinco que se conservan en Rétino, pero hace ya tiempo que los musulmanes no rezan aquí. El templo se usa para otras actividades. En el interior hay un ambiente de contemplación. Se escucha música. Un estudiante ensaya para un concierto por la noche.
Katerina Xekalou inaguró su restaurante «Avli» en 1987, en momentos en los que muchos de los edificios históricos todavía no habían sido remodelados. «Siempre creí en una reanimación de la ciudad«, explica la concinera, que organiza cursos en los que enseña las recetas de su abuela. En detalle explica por ejemplo cómo hacer buenas hojas de vino rellenas, e intenta despertar la pasión por los ingredientes frescos de la isla.
«Preparamos los platos tradicionales de Creta de manera creativa«, afirma Katerina Xekalou, para quien el secreto es utilizar productos locales auténticos, como el aceite de oliva de la isla. «La cocina forma parte de nuestra identidad y creer en ello es más importante que nunca, ante la actual situación del país«, opina.
DATA
- Coordenadas. Rétino se encuentra en la costa norte de de Creta (la isla más grande de Grecia), a medio camino entre las ciudades de Heraclión y Chania. Ambas disponen de aeropuertos.
- Qué hacer. En Rétino se celebra a finales del verano el Festival del Renacimiento y, en julio, el festival culinario de Creta. Este año se celebra además con música, fiestas, exposiciones y otras actividades el primer centenario de la pertenencia a Grecia.
Si tienen pensando ir a Creta, vayan también a Chania! Es más veneciana todavía que Rethymno! Y las playas del sur de Creta son las mejores!