El «monstruo» de Bucarest, recuerdos del terror rumano

Una faraónica y horripilante construcción de la era comunista que hoy es detestada por los habitantes de la ciudad. Fotos.

El dictador comunista rumano Nicolae Ceaucescu y su mujer, Helena, construyeron este lujoso palacio a la altura de su paranoia. Foto: Flickr. [ Ver fotogalería ]

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En el centro de la capital de Rumania, Bucarest, durante el reinado comunista de Nicolae Ceaucescu, él y su mujer, Helena, construyeron un lujoso alojamiento a la altura de su paranoia: el Palacio de Primavera de Bucarest, al que bautizaron con un nombre grotescamente burlón, el Palacio del Pueblo. Según el Libro Guinness de los Récords mundiales, es el segundo edificio más grande del mundo (después del Pentágono) y un «monstruo» sagrado para los miles de visitantes que recorren hoy la ciudad a orillas del río Dâmbovița.

Una faraónica y horripilante construcción a la que sólo el Pentágono supera en extensión. Su construcción -a cargo de más de 20.000 personas trabajando las 24 horas del día- se inició en 1985 y demandó el derribo de barrios enteros de la parte alta de la ciudad, incluidas doce iglesias, dos sinagogas, tres monasterios y más de 7.000 casas.

Esto habría obligado a unas 100.00 personas a trasladarse a la fuerza, acto que al parecer se cobró varias vidas. Además, se levantó una colina artificial de unos 20 metros de altura para realzar la visión del palacio. La construcción cuenta con 12 pisos, 8 subterráneos (entre ellos un refugio antinuclear), 350.000 m2 de extensión, de los que más de 250.000 superan los 84 metros de altura y 25 metros de profundidad, 40 inmensos salones para banquetes y recepciones y 200 baños.

Para su decoración se utilizaron maderas nobles (nogal, cerezo, olmo, roble), 1 millón de metros cuadrados de mármol, 222.000 m2 de alfombras de 5 cm de espesor, 35.000 toneladas de cristal, 200.000 bombillas de luz (colocadas en lámparas de bronce, aluminio y cristal), grifería de oro, candelabros de casi 2 metros de altura, puertas de 5 toneladas de peso, etc.

En sus tenebrosas estancias los Ceaucescu acumularon durante años las más obscenas riquezas, que, tras su caída, nadie quiso quedarse. Actualmente, el palacio sirve como sede del Parlamento rumano, pero a pesar de su magnificencia no es el monumento más bello, ni el más visitado, ni el más publicitado de Bucarest. De hecho es detestado por los propios habitantes de la ciudad, que incluso lo descartaron de las candidaturas a las “Siete Maravillas de Rumania”.

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25 Comentarios en “El «monstruo» de Bucarest, recuerdos del terror rumano

  1. martin | 16/08/2013 | 17:39

    Hay muchos errores de tipeo… por favor… queda feo

  2. David | 16/08/2013 | 17:56

    Asi terminaron los Chauchescu, colgados de la plaza mayor por el pueblo. Aca tenemos una Megalomana igual. Terminará igual?

    • Susana | 16/08/2013 | 18:32

      David acabo de volver de Rusmania. Mientras estaba allá escuchaba con atención lo que la gente decía de ese malvado dictador y no cesaba de preguntarme si «la reina» nuestra no terminará igual. Por de pronto ya está loca desquiciada y no tiene quien la suceda porque si seguimos con la línea le correspondería a Buodou y después a otra pobre ignorante alcohólica de la Rojkes…

  3. Arenas | 16/08/2013 | 18:16

    Es verdad es muy lindo y puede ser utilizado como universidad. Todas las grandes obras en el mundo tienen su parte oscura

    • papa | 17/08/2013 | 2:56

      una universidad para tres millones de personas… usted es consciente de lo que dice?

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