El «cementerio» más original del mundo está en Las Vegas

Se trata del Museo de carteles luminosos, expuestos al aire libre y con una historia apasionante. Fotogalería.

El gigantesco letrero "STARDUST", de diez metros de ancho, brilla alternadamente en los colores rojo, azul y verde. [ Ver fotogalería ]

Muchos de los objetos expuestos han perdido su laca: el sol del desierto sobre Las Vegas los ha descolorado. Los bordes están oxidados, las bombillas están reventadas, la pintura se está cayendo. Esto es justamente el encanto del Museo del Neón en la metrópoli de los casinos, que normalmente brilla a la perfección. En el museo al aire libre, situado en el extremo norte de Las Vegas Boulevard, un pedazo de tierra de desierto es la «alfombra roja» para la publicidad luminosa de neón desechada de casinos, hoteles, capillas para bodas y restaurantes.

En medio de la arena se encuentra clavado un revoltijo de anuncios luminosos históricos que en el pasado resplandecían en el Strip, la avenida más famosa de la ciudad, y que más tarde se cubrían de polvo en depósitos de chatarra y viejas bodegas. En el Museo del Neón han encontrado su última morada, y los visitantes descubren allí un pedazo de la historia de la metrópoli del brillo.

«Por supuesto que son obras de arte«, dice exultante el joven guía del museo, Sean Caudill, durante la visita de una hora. Es de noche y los viejos anuncios de neón cobran vida de nuevo. El gigantesco letrero «STARDUST», de diez metros de ancho, brilla alternadamente en los colores rojo, azul y verde. Las letras del famoso casino ya no resplandecen por sí solas. Reflectores de colores ponen de relieve los objetos expuestos.

De las aproximadamente 150 vallas publicitarias de neón expuestas en el museo, sólo un puñado fue restaurado mediante costosos trabajos manuales. Uno de ellos es una flecha gigantesca con las letras luminosas «Wedding Information». Las Vegas es el paraíso para las bodas relámpago. El logotipo de los años 60 del antiguo motel «La Concha» también brilla con su propia luz.

El vestíbulo, de más de 50 años de antigüedad, del motel «La Concha», cuya demolición pudo ser evitada en 2005, sirve ahora como centro de recepción de visitantes del museo. El llamativo diseño, con tres arcos en forma de concha como techo, es el punto de partida adecuado para el viaje a la historia resplandeciente de Las Vegas, con nombres de estrellas como Elvis Presley y Frank Sinatra, o lugares de ocio con estatus de culto como «Moulin Rouge», «Sahara» y «Treasure Island».

Todos los objetos expuestos al aire libre tienen una historia apasionante. El más antiguo, un letrero de los años 30, recomienda el consumo de Cocktails, Steak y Chicken. Es la reliquia de un restaurante que fue famoso durante la época de la «ley seca» por su whiskey destilado artesanalmente y por sus pollos crujientes.

Los visitantes pasan delante de una enorme tetera del antiguo casino Aladdin. Un poco más adelante se alza un gigante de tres metros de la colección de letras de neón. El «Pool Player» de acero, con un gigantesco palo en la mano, hacía publicidad en el pasado para una sala de billar.

En una ciudad donde todo tiene que ser nuevo, más grande y aún más espectacular, las reliquias de neón deben su supervivencia a un puñado de coleccionistas y amigos del arte. Ya en 1996 fundaron una asociación que ha financiado con donativos la salvación de las viejas vallas publicitarias. En el museo sigue viva la era de los letreros luminosos de neón.

Más información en la web: www.neonmuseum.org/

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