Cornualles, tierra buscada por aristócratas y celebridades

Una región inglesa llena de leyendas, con una campiña romántica, puertos de pescadores, jardines floridos y vestigios históricos. Fotos

Cornualles es la región que algunos llaman "la California inglesa". [ Ver fotogalería ]

Fuente: Sunny Travel News

Cornualles, la región que algunos llaman «la California inglesa», es una tierra llena de historia y leyendas, amada por celebridades y aristócratas pero también por quienes buscan recuperar las tradiciones en una campiña romántica de puertos de pescadores y jardines floridos.

A pesar de los inconvenientes de conducir por la izquierda para la mayoría de los turistas procedentes de países donde se circula a la derecha, el automóvil es la mejor manera de gozar de esta tierra seductora, caracterizada por largas playas favoritas de los surfistas.

Partiendo desde Londres, son 300 kilómetros por la ruta A4 hasta Avebury, una histórica ciudad del condado de Wiltshire, a las puertas de Cornualles. En los alrededores del pueblo se levantan círculos de piedra -el sitio arqueológico Avebury Stone Circle- de más de 5.000 años de antigüedad, uno de los monumentos neolíticos europeos mejor conservados, más antiguo aún que Stonehenge.

Tras un descanso en el histórico Red Lion Pub de Avebury, se vuelve a partir hacia Exter vía Bristol y desde allí hasta Looe, primer pueblo verdadero de Cornualles. Es una conocida localidad balnearia donde, desde las 6.30 de la mañana, se realiza uno de los mayores mercados de pescado del condado.

Luego se continúa unos kilómetros hasta Polperro, un pueblito de pescadores y -antiguamente- de contrabandistas, donde se pasea entre los «cottages» hasta el puerto, no sin antes haber pasado por el museo local de pesca y contrabando, con interesantes documentos históricos.

Allí es posible embarcarse hasta llegar a la bonita localidad portuaria de Foewy, para retomar luego la ruta A39, alejarse momentáneamente de la costa y luego volver siguiendo las indicaciones hasta Falmouth, una linda localidad para comer cangrejo en los restaurantes costeros.

El pueblo se levanta en la profunda ensenada de Carrick Roads, que regala playas arenosas reparadas de las rocas, interrumpidas por bellos jardines tropicales y el Pendennis Castle, una fortaleza querida por Enrique VIII en 1543.

Superadas las playas rocosas y el faro de la península de Lizard, el punto más meridional de Inglaterra, se llega a la localidad de Penzance, desde donde se ve St. Michel’s Mount, la copia inglesa del Mont Saint Michel de Francia.

El camino pasa luego por Kynance Cove y Land’s End, un lugar de paisajes encantados, pubs y «cottages» ocultos, donde se tiene realmente la sensación de estar en el fin de la tierra.

Pasando la playa de Newquay, visitada por surfistas, y el faro de Trevose Head, se llega a la localidad de Padstow, conocida como «el St. Tropez de Cornualles» porque es uno de los lugares favoritos de las celebridades. No muy lejos, el Chysauster Prehistoric Village reconstruye fielmente un antiguo pueblo romano.

 

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