HOLANDA

Encantadora Vlieland

Visitar esta isla en el Mar de Frisia, frente a la costa norte de Holanda, en otoño tiene un encanto especial. Fotos.

La calle Dorpstraat de Oost Vlieland (Vlieland del Este). Foto: dpa [ Ver fotogalería ]

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Podría ser el Sáhara: Hasta donde alcanza la vista hay arena de un color blanco deslumbrante y arriba un cielo profundamente azul. Sólo las temperaturas son muy diferentes. Apretujadas y bien abrigadas, algunas familias están sentadas en la caja de un camión militar pintado de un amarillo chillón, el llamado Vliehors Express, que con sus enormes ruedas se abre camino por la arena. Estamos en la isla de Vlieland, en el Mar de Frisia, frente a la costa norte de Holanda.

Visitar Vlieland en otoño tiene un encanto especial. El turista llega a la isla con una expectativa diferente de la del verano: Cada rayo de sol se agradece. El visitante acepta el mal tiempo y se adapta a él. Tampoco los turistas encaramados en el Vliehors Express se quejan en absoluto. El Vliehors es considerado como el arenal más grande de Europa, y uno está inmediatamente dispuesto a creerlo.

El primer puesto avanzado de la civilización es una antigua oficina de correos. Desde ahí, el viaje continúa en bicicleta hasta el pueblo. Un trayecto de unos diez kilómetros que puede parecer una eternidad cuando se tiene que aguantar un chubasco. Sin embargo, la mayor parte del trayecto discurre por un bosque de pinos que ofrece cierta protección. Sólo muy de vez en cuando pasa un automóvil. Los turistas no pueden llegar a la isla en coche y Vlieland apenas tiene poco más de 1.000 habitantes.

En toda la isla sólo hay una población: Oost Vlieland (Vlieland del Este). En el pasado también existía la población de West Vlieland (Vlieland del Oeste), pero ésta fue engullida por el mar. En la calle Dorpstraat de Oost Vlieland uno tiene la sensación de estar en el centro de la isla. Aquí, uno puede sentarse con el pelo lleno de arena en una silla, mirar fijamente el fuego de una chimenea y pensar en cómo sería pasar toda la vida en Vlieland.

Básicamente, aquí hay todo lo que se necesita para vivir. Hay un supermercado, una tienda donde se venden libros y periódicos y el almacén Houter, que se esfuerza por tener un surtido lo más completo posible de artículos de consumo indispensables.

La isla sólo tiene un «monte»: la duna Vuurboets, de 36 metros de alto, con un faro en la cima. Desde ese punto se tiene una vista panorámica de un mundo de juguetes: El pueblo con su pequeña iglesia y callejones. Detrás está el bosque, cuyos márgenes se transforman en dunas de un pálido color marrón rojizo.

Los habitantes de Vlieland desde siempre han tenido un horizonte muy amplio. Durante muchas generaciones se veían obligados a hacerse al mar, muchos como balleneros. En el cementerio están enterrados bajo monumentos funerarios hechos con huesos de hasta cuatro metros de largo de las mandíbulas inferiores de cachalotes.

La mayor atracción de Vlieland, también en otoño, sigue siendo la playa. Desde luego que ésta ya no es la época para tumbarse en la arena. El otoño es la época ideal para hacer caminatas por la playa, bien abrigado y con paso firme, dando zancadas a lo largo del oleaje y permitiendo que el viento sacuda el cuerpo.

El viento remece la hierba de las dunas y revolotea constantemente la arena por el aire. Si se tiene el viento en contra, no queda más remedio que cerrar los ojos casi totalmente. No se oye más que el silbido del viento y el oleaje. Cuando al fin se llega a un chiringuito, primero hay que recuperarse. Lentamente, uno vuelve a abrir los ojos totalmente y se echa atrás la capucha. «¡Un chocolate caliente por favor!» Nada mejor para reanimarse.

GALERÍA DE IMÁGENES

INFORMACIÓN BÁSICA. Vlieland está situada frente a la costa norte de Holanda entre las islas vecinas de Texel y Terschelling. Desde Texel, el pequeño transbordador sólo cubre la ruta hasta el 30 de septiembre. El transbordador que sale de la ciudad frisia de Harlingen realiza la travesía durante todo el año. El Vliehors Express también viaja los sábados en el otoño y el invierno. Hay más de una decena de hoteles, la mayoría de ellos de tres o cuatro estrellas. Algunos hoteles están muy cerca de la playa. Oficina de turismo de Vlieland

 

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