El cepo cambiario argentino, motivo de preocupación para el mercado turístico en Uruguay

Uruguay atraviesa una de las peores temporadas turísticas de los últimos años, con caída en la llegada de visitantes, debido a la devaluación en Argentina y a un tiempo lluvioso que desalienta a los veraneantes. El secretario de Presidencia, Homero Guerrero, informó que en los primeros 20 días de enero el ingreso de turistas cayó 10 por ciento con relación al mismo período de 2013, de acuerdo con las cifras preliminares que serán ampliadas en los días próximos.

El dato profundizó la tendencia que se había registrado en la primera decena del mes, cuando el ingreso de visitantes disminuyó 3,64 por ciento, según confirmó la ministra de Turismo, Liliam Kechichian, citada por la agencia Ansa. En ese período, los turistas que llegaron a Uruguay alcanzaron los 127.000, con un descenso en el número de argentinos, que pasaron desde 92.000 a 82.000, al tiempo que creció en 36 por ciento el arribo de brasileños.

La caída en la llegada de turistas llevó a que los hoteles de Punta del Este, principal balneario del país, tuvieran una ocupación de 71 por ciento entre el 26 de diciembre y el 31 de enero, lo que significa una caída de 10 por ciento con relación a la temporada 2013 y de 20 por ciento respecto de la precedente, informó el presidente de la Asociación de Restoranes y Hoteles del lugar, Fernando Massa: «No es un buen guarismo para enero, un mes que tiene las semanas de mejor ocupación y facturación del año«.

Consideró que si se compara la merma en la ocupación más la caída en las tarifas promedio, se obtiene una baja de rentabilidad de alrededor de 25 por ciento en comparación con 2013. Tanto desde el gobierno como desde los operadores turísticos se atribuyó el descenso de turistas -fundamentalmente de argentinos, que componen la mitad del total- al cepo cambiario que limita la compra de dólares para turismo en la Argentina y a la devaluación del peso argentino, que produjo una pérdida del poder de compra de los visitantes en Uruguay.

A ello se agrega desde fines de enero un clima inestable con abundancia de lluvias y oscilaciones importantes de temperatura que desalientan a potenciales turistas para llegar a las playas uruguayas. Las cifras magras de esta temporada llevaron al sector hotelero y gastronómico a pedir medidas compensatorias y, en ese sentido UTE, la energética estatal, resolvió financiar el 70 por ciento del consumo de los hoteles entre los meses de abril y noviembre (baja temporada) hasta en cuatro cuotas.

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