Los más famosos museos para los amantes del automovilismo
Wolfsburg, Le Mans, Stuttgart, Módena e incluso la ciudad de Balcarce son algunos de los paraísos del automovilismo.
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Por Enrique Garabetyan
Los autos son mucho más que meros vehículos de transporte y forman parte importante de nuestras vidas. Por eso es lógico que muchísimas personas –con claro predominio masculino– sientan que son verdaderos objetos de arte, coleccionables y dignos de museo.
Para esa legión de seguidores, un viaje es una excelente ocasión para visitar espacios donde los protagonistas sean autos nuevos y antiguos, siempre míticos, restaurados a su máximo esplendor y rodeados de imágenes que revelen sus momentos de gloria.
Los museos del automóvil abundan en todos los países, pero con cierta lógica los más populares y atractivos están concentrados –y muchas veces financiados– entre marcas icónicas.
Eso explica que un listado, siempre arbitrario, de los museos más importantes incluya a algunos como el Museo Mercedes-Benz de la alemana ciudad de Stuttgart, el Henry Ford en Detroit y el Museo y Casa Enzo Ferrari en la italiana Maranello.
Pero también son muy recomendables el Museo Autostadt del Grupo Volkswagen en Wolfsburg, el Museo de las 24 Horas de Le Mans en Francia y –dentro de nuestro país– el Juan Manuel Fangio en Balcarce.
Qué ver
Enmarcado en un edificio más que llamativo, y en nueve pisos de exhibición, en el Museo Mercedes-Benz de la ciudad de Stuttgart es posible ver modelos y equipos que cubren prácticamente 120 años de historia, comenzando por 1886 y hasta el presente, de la industria automotriz. Hay allí exposiciones permanentes con más de 150 vehículos y muestras puntuales y temáticas.
En Detroit, la gran capital del automóvil del país más identificado con los vehículos de cuatro ruedas, se asienta el Museo Henry Ford. Por supuesto, el tema central de sus colecciones son los autos, pero también hay exhibiciones específicas sobre temáticas relacionadas con el transporte, incluyendo una de objetos del Titanic y otra sobre los héroes del cielo, con aparatos voladores clásicos.
Pero el gran espacio se lo lleva la influencia de los autos en la vida cotidiana, con stands dedicados a estampas como el Ford T, el Tucker, el Ford Mustang y el primer auto eléctrico de serie: el EV1.
El Autostadt del Grupo VW en la ciudad de Wolfsburg es un enorme predio que funciona como un parque temático de entretenimiento relacionado con la industria automotriz y con las marcas y los modelos de este grupo. Hay hoteles y restaurantes, visitas guiadas a fábricas, cines, exhibiciones y un centro de atención al cliente donde, incluso, se entregan autos a sus compradores. Por supuesto tiene también su museo.
Si se pasa cerca de la ciudad francesa de Le Mans, sería un crimen no recorrer la exposición histórica de vehículos asociados a la carrera más famosa. Allí el acervo supera los 120 vehículos históricos, e incluye 20 motocicletas y 30 coches de carrera, entre ellos 12 ganadores de las “24 horas”. También hay maquetas, galería de fotografías, videos y espacios con juegos interactivos que describen la aventura del automóvil en el contexto de cada década del siglo XX.
Finalmente, en la ciudad italiana de Módena está ubicada la meca adonde quiere ir cualquier amante de los autos: el museo Casa Enzo Ferrari, fabuloso espacio expositivo de más de 5.000 m2, que se diseñó y construyó con una inversión de 18 millones de euros.
Allí se exhiben una docena de modelos de todas las épocas de la legendaria “Scuderia” creada por don Enzo Ferrari y otros ejemplares clásicos para el aficionado.
En Balcarce, el Museo Fangio
En la ciudad de Balcarce, provincia de Buenos Aires, se encuentra el Museo Juan Manuel Fangio. Allí, donde nació en 1911 el quíntuple campeón mundial, abundan premios, autos, fotografías y variada memorabilia que recuerda los logros del máximo triunfador argentino del automovilismo competitivo.
Antes de una visita a Balcarce, puede consultarse el sitio del museo, donde hay descripciones, fotografías, documentos y una excelente línea de tiempo que abarca y relata su carrera deportiva y personal, en el contexto de los acontecimientos del mundo que le tocó vivir.