La Estatua de la Libertad, en serio peligro por el calentamiento global
Junto a otros grandes símbolos de los Estados Unidos, podría ser protagonista de su propia película apocalíptica a causa de la subida de los mares.
Esta es una escena de una película apocalíptica, pero el final de la célebre estatua podría ser igual. [ Ver fotogalería ]
Miércoles 28 de mayo de 2014
La Estatua de la Libertad, ícono estadounidense, sumergida por las aguas de la bahía de Manhattan, y el Parque de Yellowstone, en Wyoming, reducido a un cúmulo de cenizas: se trata de escenarios apocalípticos, pero no tanto, ya que Estados Unidos corre el serio riesgo de perder algunos de sus monumentos símbolo y de sus bellezas naturales a causa del cambio climático. Esta alarma está contenida en un estudio titulado National Landmarks at Risk, y publicado por una organización sin fines de lucro, la Union of Concerned Scientists (Ucs).
El reporte traza un mapa de una treintena de sitios que están en peligro a causa del aumento de la temperatura, la subida del nivel del mar, los continuos aluviones, incendios y fuertes lluvias. «Estos sitios son la historia de Estados Unidos», explicó Adam Markham, coautor del estudio. Es difícil imaginar el puerto de Nueva York sin la vista de la Estatua de la Libertad, apodada la «Madre de los exilados», que saludaba un tiempo a los inmigrantes que llegaban a Ellis Island en busca de fortuna, y que aún hoy es la puerta de entrada a la bahía de la Gran Manzana.
Por otra parte, según los expertos, una muestra tangible de los daños que pueden causar el calentamiento climático ya se tuvo en 2012, cuando el huracán Sandy sumergió gran parte de la estatua más célebre del mundo, cubriendo de agua también Ellis Island, donde se encuentra el célebre museo sobre la inmigración. Los daños en ese entonces ascendieron a 77 millones de dólares, sin contar los meses de cierre forzoso para llevar a cabo las tareas de restauración.
Según el informe del UCS, además, el Kennedy Space Center y la zona de Cabo Cañaveral, en la isla de Merritt, Florida, cuyos nombres están indiscutiblemente vinculados a la NASA y a la aventura en el espacio, ya están bajo una amenaza constante, con las rampas de lanzamiento desde las que partieron las misiones Apolo para la Luna demasiado cerca del océano, informa la agencia Ansa.
La de los mares es la preocupación mayor: en algunas zonas de la costa este de Estados Unidos el nivel del agua subió hasta 60 centímetros en los últimos decenios. Pero también la suerte de los parques nacionales, de Yellowstone a Yosemite, está en peligro, así como los cerca de 27 millones de dólares al año vinculados al turismo verde, que representa una bocanada de aire también para la economía.