Destinos energéticos

Contactarse con la energía cósmica de lugares especiales del planeta y reencontrarse. Las metas de los viajeros de la Nueva Era.

El Salar de Uyuni, en Bolivia. Todo un mundo energético esperando. Foto: Cedoc Perfil [ Ver fotogalería ]

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Por Verónica Martínes. Diario PERFIL

Quizás alguna vez haya viajado a algún lugar que le despertó una extraña sensación de bienestar, difícil de comprender intelectualmente. Si ha vivido una experiencia intuitiva de ese tipo, probablemente haya estado en un destino energético o místico. Estos vórtices especiales están esparcidos por el planeta.

El cerro Uritorco, en Capilla del Monte, donde se habla de la ciudad intraterrena de Erks; Machu Picchu; las pirámides egipcias o la isla de Pascua son conocidos. A nivel local, otros epicentros energéticos son el cerro Piltriquitrón, en Río Negro, y San Francisco del Monte de Oro, en San Luis. A 13 km de El Bolsón, el “Piltri” es un macizo venerado por los mapuches debido a sus propiedades rejuvenecedoras. En el pueblo, se organizan terapias alternativas con actividades para alcanzar la armonía espiritual y física.

Por su parte, la localidad puntana –rodeada por sierras, prístinos cursos de agua y palmeras Caranday– está asentada sobre una gran placa de cuarzo cristalino, un mineral muy poderoso en términos esotéricos. La unión con otros minerales como cobalto, ónix y uranio carga la atmósfera de iones negativos, que generan alta concentración de ozono y dosis extra de vitalidad.

Del otro lado del Río de la Plata, aseguran que existe un centro de energía universal en las termas de Daymán y estancia La Aurora, donde confluyen el cuarzo y el ágata cornalina, benéficos para el sistema nervioso. Diversos testimonios dan cuenta de presencias extraterrestres en la estancia uruguaya, y los ufólogos hablan de conexión con realidades paralelas.

Por siempre, el lago Titicaca estuvo envuelto en un aura mística: es considerado uno de los chakras de la Tierra, en cuyas aguas se esconde una ciudad de luz. Agencias de viaje con orientación espiritual suelen combinar este lago de altura con otra superficie de características únicas, el salar de Uyuni, en Bolivia.

México tiene bastante que ofrecer a quienes buscan elevar su ser. En la isla Mujeres, a veinte minutos de la costa de Cancún, se encuentra el templo dedicado a la diosa Ixchel, símbolo de fertilidad y sanación para los mayas. En este vórtice energético caribeño se realizan retiros espirituales y meditaciones. Reiki, yoga, masajes y terapias de autoconocimiento son habituales propuestas de los hoteles. Uno de los mayores centros ceremoniales del país es Teotihuacán, a 45 minutos del DF. Las buenas vibraciones de la “ciudad de los dioses” parecen fluir en su máxima expresión durante el equinoccio de primavera, cuando miles de personas se reúnen en torno a las pirámides para recibir las bendiciones del sol. Más al Norte, en California, el monte Shasta también es tomado como un destino planetario superior.

En la senda del crecimiento espiritual, hay viajeros que dirigen sus ojos a Oriente. El año pasado, la cantidad de argentinos que visitó India creció 40% respecto de 2012, según la Embajada de India en Buenos Aires. Además del “triángulo dorado” (Delhi, Agra y Jaipur, ciudades con ashrams –monasterios– de meditación), las travesías incluyen Rishikesh, famosa entre los practicantes de yoga, y Varanasi, el lugar más sagrado de los hindúes, donde la vida y la muerte se hilvanan a orillas del río Ganges.

 

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