¿Cuáles son los diez mejores sitios de buceo del mundo?
Las Galápagos, la Antártida y el Mar Rojo son algunos de los sitios más famosos para practicar. Paseo entre tiburones y aguas heladas. Fotos
El archipiélago Raja Ampat posee una historia geológica muy variada y muchos hábitats en un espacio pequeño. [ Ver fotogalería ]
Fuente: dpa
Las Islas Medas (Mediterráneo, España): Aquí comenzó el submarinismo moderno. En los años 30 y 40, los pioneros agrupados en torno a Jacques Cousteau y Hans Hass descubrieron en el Mediterráneo el mundo submarino. Aún hoy, las Islas Medas, situadas frente a la Costa Brava española, permiten tener una idea de lo que en el pasado les entusiasmaba a los pioneros en el agua transparentemente azul: meros de varios metros, morenas, bancos de peces, acantilados en donde proliferan corales urticantes amarillos y rojos y amplios lechos de algas marinas. Además: pulpos y langostas, cuevas y pecios. La gran diversidad explica por qué estas siete islas fueron declaradas en 1990 reserva natural submarina. En 1983 se prohibió la pesca en estas aguas.
El sur del Sinaí (Mar Rojo, Egipto): Aunque los turistas aficionados al buceo han conocido en el pasado tiempos más pacíficos para practicar el submarinismo en esta región, el extremo sur de la península del Sinaí sigue siendo uno de los mejores sitios de buceo del mundo. Es cierto que hay cada vez menos tiburones, pero Ras Mohamed sigue fascinando por su carácter único. Peladas montañas desérticas chocan aquí con arrecifes coralinos de gran colorido abriendo una ventana al océano abierto. Las paredes de los arrecifes Shark y Jolanda caen casi verticalmente hasta una profundidad de 750 metros. Por cierto: el arrecife Jolanda debe su nombre a un carguero que se hundió aquí y cuyo cargamento aún se puede ver hoy: ¡inodoros!
El archipiélago Raja Ampat (Indo-Pacífico, Indonesia): Algunos arrecifes tienen más valor que otros, pero la biodiversidad de los arrecifes de Raja Ampat es sin igual en el mundo. En ninguna otra parte del mundo se han contabilizado tantas especies de peces (unos 1.300) y corales (unos 550): Un auténtico hotspot de la evolución. ¿A qué se debe esta diversidad? Una historia geológica muy variada y muchos hábitats en un espacio pequeño: Arrecifes periféricos y barreras situados muy cerca de la costa, lagunas de poca profundidad, paredes profundas y en las costas hay manglares que sirven como escuela para muchos animales marinos. El arrecife más bonito: Cape Kri.
Carriacou (Caribe, Granada): En la isla de Carriacou, las agujas del reloj parecen siempre dudar de la necesidad de seguir avanzando. ¿Para qué? Aquí no pasa gran cosa, al menos no en tierra. Sin embargo, debajo del agua, en el sitio de buceo Sister Rocks, la isla ofrece todo lo que hace de los arrecifes del Caribe algo especial y lo que los hace parecer jardines submarinos, aun más que los arrecifes del Indo-Pacífico: Enormes arrecifes urticantes y esponjas cuyos canales crecen en el agua como troncos. Además, bancos de peces criollos de color violeta, langostas, chiribicos y tiburones de punta que dormitan. Y si a usted no le parecen suficientes los arrecifes, debe trasladarse a las aguas de la vecina isla de Granada, que albergan uno de los pecios más impresionantes del mundo: el crucero «Bianca C», de 180 metros de eslora. Desde el fondo arenoso de color claro, a una profundidad de 55 metros, se yergue en el agua azul la imponente proa. Da la impresión de que todavía está navegando. Cuando se contempla este impresionante panorama, se entiende también el segundo nombre del transatlántico hundido: el «Titanic del Caribe».
Columbia Británica (Pacífico Norte, Canadá): No siempre tiene que ser tropical: La costa de la Columbia Británica en Canadá es considerada como el mejor sitio de buceo de aguas frías en el mundo. ¿Y quien no lo hubiera esperado en Norteamérica?: aquí todo es de alguna forma más grande: las anémonas, los claveles marinos y los pulpos gigantes del Pacífico, que tienen un tamaño de hasta tres metros. El lugar más bonito es Row and Be Damned, un acantilado cerca de Quadra Island adonde la corriente de marea siempre lleva abundantes alimentos. Los bosques de algas -los Kelp Forests- de la costa pacífica norteamericana son únicos. Ellos también son un foco de la biodiversidad mundial. Pero ¿para qué contar caracoles y gusanos cuando uno puede deslizarse por una selva cuyos árboles se alzan desde el suelo hasta una altura de 45 metros y cuando existe la posibilidad de encontrarse con un lataz
Noruega (Atlántico Norte): A los sitios de buceo, de categoría mundial, que se encuentran a lo largo de la costa noruega se puede acceder perfectamente bien en coche. En el país de los fiordos el mundo subacuático es tan impresionante como arriba. Una inmersión en el estrecho de Saltstraumen cerca de la localidad de Bodø es una experiencia extraordinaria: aquí, la corriente de la marea es la más fuerte del mundo. A una velocidad de hasta 48 kilómetros por hora, el mar empuja aproximadamente cada seis horas más de 375 millones de metros cúbicos de agua por el angosto estrecho. El buceador puede observar aquí bancos de abadejos y bacalaos, siluros, rapes y rodaballos, además de babosas, anémonas multicolores y bosques de algas pegados a las rocas.
Sudáfrica (océano Índico): La mayoría de los sitios de buceo en la costa sudafricana no son aptos para miedicas. Sobre todo Prota Banks exige valor. El banco de arena petrificado se alza frente a la costa de la provincia de Kwazulu-Natal desde una profundidad de 60 metros. Cuando el capitán da el comando, los buceadores se dejan caer de espaldas desde el borde de la lancha neumática y descienden hasta una profundidad de entre 27 y 40 metros. Y ahí están: los tiburones toro, los tiburones tigre o los tiburones martillo. Con suerte también se pueede ver el gran tiburón blanco o una mantarraya, un tiburón zorro, un tiburón azul o un marrajo o un tiburón ballena. Y hay más todavía: casi todos los años tiene lugar frente a la costa de Sudáfrica la «gran comilona»: la carrera sardina, el mayor banco de peces del mundo. Los miles de millones de sardinas son perseguidos por toda clase de animales: tiburones, delfines, ballenas, atunes, focas y pájaros.
El atolón de Rangiroa (Pacífico Sur, Polinesia Francesa): aquí no hay mucho más que hacer que bucear: Las áridas islas de coral del atolón de Rangiroa en medio del océano más grande del mundo no ofrecen otra cosa que no sea cielo y mar, mucho mar por cierto. El sitio de buceo más famoso del segundo atolón más grande del mundo es el Tiputa Pass, un canal que comunica la laguna con el mar abierto. ¿Y quiénes están esperando allí a los buceadores en el agua clara y caliente? Muchos, muchos tiburones grises de arrecife, más tiburones martillo, rayas águila, mantarrayas, delfines, tortugas y grandes bancos de peces multicolores. Los arrecifes coralinos también son muy bonitos.
Las Islas Galápagos: (Pacífico, Ecuador): ¿Y todavía queda algo más bonito de lo que hemos visto hasta ahora? Sí: ¡Las Islas Galápagos! Su fauna inspiró a Charles Darwin para desarrollar la teoría de evolución por selección natural. En muchas listas, las islas Galápagos aparecen como el non plus ultra del submarinismo. Las islas Wolf y Darwin, especialmente, atraen a los buceadores con sus tiburones martillo, tigre y ballena, los tiburones de Galápagos y los tiburones oceánicos. Sin embargo, las islas de ensueño de Darwin tienen más cosas que ofrecer: ¿dónde, si es no aquí, se puede bucear con leones marinos, pingüinos e iguanas marinas?
Océano Antártico: ¿Ya hemos visto todo? De ninguna manera. Debajo de la banquisa del océano Antártico, en las costas del continente helado, existe una fauna única que se distingue claramente de los océanos adyacentes y, curiosamente, es muy colorida. Descender por un hoyo en la banquisa hacia la penumbra del mar es una experiencia que seguramente entusiasmaría a los amantes del buceo, a pesar de las temperaturas alrededor de cero grados.