36 HORAS EN VERONA / ITALIA
Bajo el cielo del Veneto
Con festejos prolongados por el bicentenario de Verdi y sostenida prensa shakespeareana, la ciudad italiana sigue siendo ejemplar en el disfrute de la naturaleza, la buena mesa y el cuidado de su patrimonio. Fotos
Compacta y fácil de navegar, Verona sigue siendo una de las ciudades más subestimadas de Italia pese a su pintoresco centro adoquinado, los edificios medievales rosados y decenas de iglesias. [ Ver fotogalería ]
Por Ondine Cohane. The New York Times / Travel / Diario PERFIL
Compacta y fácil de navegar, Verona sigue siendo una de las ciudades más subestimadas de Italia pese a su pintoresco centro adoquinado, los edificios medievales rosados y decenas de iglesias. A corta distancia de Milán y Venecia, el ex asentamiento romano nunca se siente atestado de turistas, aunque los visitantes descienden sobre el pueblo para el festival de ópera de verano, este año desde el 14 de junio hasta el 8 de septiembre. En Verona encontrará tiempo para degustaciones en bares de vinos ocultos tras fachadas modestas y para ir de compras a pequeñas boutiques. ¿Quiénes somos para señalar que el tan visitado balcón de Julieta no tiene conexión histórica con los desafortunados personajes de Shakespeare? Después de todo, la ciudad no puede ser más romántica.
Día 1. Paseos familiares
Es bastante notable que, pese al poderoso terremoto de 1117 que destruyó gran parte de las puertas de la arena, el interior del anfiteatro del siglo I sigue casi intacto (6 euros). En estos días, en lugar de gladiadores de todo el Imperio Romano congrega melómanos amantes de Verdi, cuyo bicentenario de 2013 este verano se celebra con Aída. Incluso sin un espectáculo en escena, bien vale la pena visitar el vasto teatro. El paseo vespertino, la passeggiata, es una tradición en todo el país, pero la versión de Verona reúne familias enteras bien vestidas sobre la via Mazzini, una peatonal con negocios elegantes, que desemboca en la Piazza delle Erbe, donde originalmente se encontraba el foro romano. Disfrute de un aperitivo al costado de la plaza, donde sirven copas de Franciacorta, la alternativa italiana a la champaña, o un spritz Aperol. Locanda 4 Cuochi (via Alberto Mario, 12) fija tendencias por su innovadora cocina. El menú incluye una deliciosa ensalada de brócoli fiolaro con huevo batido y salobres anchoas, y ravioles de polenta rellenos de espinaca y ragú de caracol (cada plato desde 13 euros).