NUEVA IMAGEN / REPÚBLICA CHECA
Praga de Sur a Norte
Aunque pensar en la capital checa remita a la Edad Media y a grandes patrimonios, la renovación turística no reconoce blasones. Las hamburguesas compiten con los pasteles; y el vino, con la cerveza.
La Iglesia de Nuestra Señora (1256), construida sobre un templo románico, frente a la Plaza Vieja. A unos metros, se aprecia el Reloj Astronómico de Hanus. Foto: Cedoc Perfil [ Ver fotogalería ]
Por Evan Rail (The New York Times / Travel)
Para la gente que no ha viajado a Praga, la capital checa pudiera parecer algo conocido: una ciudad con mil años de arquitectura. Pero Praga se está desarrollando tan rápidamente que muchos de sus residentes aún no se han enterado de todas las novedades: vecindarios viejos en dinámico desarrollo, excelentes bares y restaurantes nuevos con sabrosas ofertas. Vea el Castillo de Praga, el Puente de Carlos y todos los demás atractivos clásicos. Pero finalice su estadía con algunos de los vibrantes recién llegados.
Los edificios y viviendas del Casco Viejo limpiaron sus fachadas. Al otrora decrépito Palac Dlouha, un hito Art Deco, se sumó una nueva galería comercial en la planta baja. A una cuadra, Eterno Moderno, ofrece moda clásica y nueva para mujeres; del otro lado de la calle, Kuraz vende ropa de diseñadores checos jóvenes. Hasta los caballeros pueden hacer compras del otro lado de la Plaza de Wenceslao, en Room, que vende marcas de Dinamarca.
Como muchas ciudades europeas, Praga se ha vuelto loca por las hamburguesas extravagantes, y no hay nada como la “hamburguesa oligarca” de George Prime Steak, un lugar que abrió las puertas hace ocho meses: es un jugoso medallón de carne wagyu estacionada importada de Estados Unidos, acompañada con foie gras, aceite de trufas negras, queso Brillat-Savarin y (¡por supuesto!) listones de oro de 24 kilates, creando una jugosa y ahumada explosión de deliciosos sabores (990 coronas, a un tipo de cambio de 1,95 coronas checas por dólar). También hay una línea de whiskys raros estadounidenses, como uno de centeno de 22 años de Hirsch Selection (550 coronas). La cena para dos, desde 2.500 coronas. Reserve una mañana para caminar por el Casco Viejo, cerca de la iglesia de Jan Hus, ya que a menudo hay menos gente, y las calles diminutas menos transitadas como las vecinas Zlata y Stribrna, son ideales para tomar fotos hermosas.
Praga es una ciudad de cerveza, pero el vino de calidad es cada vez más común. La vanguardia de la cultura de vino de la ciudad es Vinograf, un restaurante-bar situado en Senovazne Namesti que sirve vinos checos de las regiones soleadas de Moravia del Sur, junto con importaciones de Austria, Francia, Italia, Hungría y otras partes. El menú cuenta con recetas mediterráneas y continentales (almuerzo para dos, sin vino, mil coronas).
El dilapidado distrito Zizkov ha desarrollado aún más su colorida vida cultural, con un puñado de nuevas galerías de arte al norte de Skroupovo Namesti. Empiece en Galería Drdova y, a dos cuadras, el Museo de Arte Hunt Kastner y la City Surfer Office. En las calles secundarias cercanas visite la rara Galería Bliss Farm, que convierte fotos antiguas en obras de arte inspiradas en terror. La reputación de cervezas excelentes de la ciudad es bien merecida. El favorito, Zly Casy, situado en Nusle, un distrito de la zona centro sur de Praga, encabeza las cervezas de barril (tiene 48). Hasta la ex ruinosa calle 28 Rijna ha florecido con negocios nuevos, incluyendo una filial de Harmont & Blaine, un productor italiano de primera. Lo extraordinario, empero, es un nuevo puesto de avanzada de Julius Meinl, la delicatessen de Viena que abrió aquí su emporio de tres pisos, donde se puede comprar un pulpo entero del Mediterráneo o uno de los 450 tipos de quesos. Y anote: para probar la comida contemporánea, ramen tonkotsu un relleno de carne de cerdo, con algas y huevo en Kitchen Ramen Bar.
DATOS ÚTILES
- Coordenadas: Praga es la capital de República Checa.
- La mejor ruta: el aeropuerto está a 15 kilómetros de la ciudad. El traslado cuesta desde € 20. En tren, puede arribarse desde Viena o Budapest.
- Hospedaje: conviene hospedarse cerca de la Plaza Vieja o de la Plaza Wenceslao. En temporada baja hay descuentos de 75%.
- El dato: el Teatro Negro de Praga es el espectáculo más famoso. Los actores trabajan sobre telón negro y los efectos lumínicos permiten verlos volar o hacer cosas increíbles. Entradas desde € 27.