Guerra en Barcelona contra turistas maleducados

Barceloneta, el barrio histórico y característico situado en el centro de la Ciudad Vieja de Barcelona, se hartó de los turistas maleducados, de los gritos hasta bien entrada la noche, de las botellas rotas por la noche y los desechos sobre la playa. Exasperados, los habitantes dijeron basta y pidieron la intervención del municipio ante la última moda del turismo «sin límites»: andar desnudos por las calles, generalmente con unas cuentas copas de más encima.

En este barrio que no oculta la decadencia de sus edificios, varias decenas de residentes manifestaron en las calles hace algunas noches, expresando su indignación por las condiciones en que deben vivir durante el verano. Lo peor, las hordas de turistas que no tienen ningún respeto ni por las cosas ni por los habitantes: «Lo que ocurre en Barceloneta corre el riesgo de expandirse a toda la ciudad«, advirtió un habitante del barrio, testigo de la moda de desnudarse, como hicieron tres turistas que entraron en un minimercado, se desvistieron y salieron a pasear sin ropas.

«El turismo ‘low cost’ nos trae la escoria del turismo», comentó una de las residentes. Los manifestantes de Barceloneta también pusieron en la mira a las agencias de viajes. Una de ellas, que a las dos de la mañana había abierto para recibir a algunos clientes, fue ocupada. Mientras tanto en Internet es fácil reservar, por pocas decenas de euros, albergues decadentes y casi siempre «en negro». Sólo 72 departamentos tienen al parecer la licencia para ser alquilados a turistas, pero un sitio web propone al menos 470. La protesta produjo dos efectos: por un lado el municipio dispuso duplicar la vigilancia en el barrio, y por el otro la consejera de la Ciudad Vieja Mercè Homs advirtió que el Consejo Comunal tendrá «tolerancia cero» contra quienes sean responsables de comportamiento antisocial.