De compras en El Cairo: el exótico bazar turco de Khan El Khalili

El bullicioso Khan el-Khalili, en El Cairo Islámico, es conocido entre los cairotas como “el Khan”. Es uno de los lugares que no se pueden dejar de visitar en El Cairo, además de ser uno de los bazares más grandes de Oriente es uno de los mas hermosos y con mayor variedad de productos y a mejor precio.

Tiene más de 900 puestos en los que puede encontrar casi de todo. Lo recomendable es mezclarse con los cairotas en las calles medievales y regatear comprando perfumes, cristal artesano y alfombras de pelo de camello. O, si lo prefiere, disfrute de los sonidos y los olores.

Construido en 1382 durante el reinado del sultán Barquc sobre las tumbas de los califas fatimíes, este lugar originariamente era una posada, lugar de descanso donde se detenían las caravanas, descansaban los animales y se realizaban negocios.

En 1511 se amplió y se transformó en un bazar turco. Hoy es famoso por sus inusuales y típicamente orientales suvenires, y artesanías hechas a mano. La atmósfera medieval de este mercado tradicional, junto con el diseño de laberinto de sus calles, da a los visitantes mucho placer y les permite vislumbrar cómo fueron, alguna vez, los mercados medievales.

La aglomeración de tiendas, en algunos sectores ubicadas en pequeños callejones, exhiben desde jabón, especies, comidas, lámparas, galabeyas, ropa, telas, artículos de decoración, souvenirs (las típicas pirámides de alabastro, los ojos de vidrio que protegen contra el mal de ojo, la mano de Fátima, camellos, escarabajos para la buena suerte, etc.) hasta joyas y piedras semipreciosas, y un larguísimo etc…

Una atmósfera alegre, colorida y de folclore sorprendente y lo mejor es que se pueden conseguir las cosas a buen precio: si se atreve, el turista puede obtener (dependiendo de su habilidad para regatear con el comerciante) hasta un 30% de descuento en cualquier producto.

Punto obligado para detenerse en una visita a Khan el Khalili es el café Fishawis, que se encuentra ubicado en una de las callejuelas del bloque oeste de Midan Hussein, con decoraciones de espejos, madera y animales, este café ha estado abierto continuamente durante los últimos doscientos años. No importa la época del año, verano o invierno es el lugar perfecto para sentarse y tomarse un té de menta caliente.