SERVICIOS / TIPS PARA ACAMPAR EN FAMILIA

¿Y si nos vamos en carpa?

Carpas, fogones y amaneceres con el silbido de las aves. Transformados en exploradores, cómo planear unas vacaciones agrestes y creativas en familia.

turismo activo. Conviene comenzar probando un fin de semana largo, en un camping organizado y con buena infraestructura. La página web de Parques Nacionales detalla las características de cada área protegida y las facilidades para campamentistas. Foto: Cedoc Perfil [ Ver fotogalería ]

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Por Verónica Martínez (Diario PERFIL)

¿Y si vamos en carpa? Un plan casi revolucionario para los bichos de ciudad, pero un plan familiar enriquecedor. “El campamentismo cobra cada vez mayor importancia, ya sea porque permite el contacto directo con la naturaleza o porque ofrece un alojamiento económicamente más accesible”, sostiene Leonardo La Porta, director de la Dirección de Aprovechamiento de Recursos de la Administración de Parques Nacionales.

Observando tendencias como las minivacaciones de los fines de semana largos, el crecimiento del turismo activo y los viajes de padres divorciados con hijos, José Luis Aldorisio, periodista especializado en outdoor, publicó el libro “Aventuras con papá”, una guía para divertirte con tus hijos. Pensada para padres no campamenteros, la propuesta es un hallazgo para poner en stand-by el cotidiano vínculo sagrado entre chicos y pantallas tecnológicas.

Para una primera salida, la sugerencia del autor es viajar por pocas noches a un camping organizado (con amplia infraestructura), en detrimento de los agrestes y libres. Lo ideal es que el predio esté lo más cerca posible del ambiente natural y a no más de 200 km de distancia, por si hubiera que regresar. Algunas opciones en Buenos Aires: Lobos, Monte o Chascomús, destinos con lagunas; San Antonio de Areco, por su río; y un poco más alejado, El Palmar, Entre Ríos.

En este sentido, hacer base en un Parque Nacional o reserva tiene como ventajas contar con información sobre la flora y la fauna, senderos para caminar y el soporte del guardaparques. En la web www.parquesnacionales.gob.ar se detallan las facilidades de acampe de cada área protegida. No sólo requiere pensar en el equipamiento para dormir, cocinar e higienizarse, sino también repartir responsabilidades y pensar en lo necesario: bastones para caminar, orientarse con brújula, buscar leña. O simplemente hacer un a lista de actividades: observar aves, calcar hojas y cortezas, entre otras.

Mariano Solier, fotógrafo y amante de la vida al aire libre desde sus campamentos familiares en los 80, comenzó a organizar salidas con su hijo hace cuatro años. “Al principio, la estrategia era ir dos o tres días en carpa y reservar un par de noches en un hotel”. Padre de un niño techie de nueve años, Solier cuenta que su vida de camping combina el espíritu de naturaleza y una mínima porción de tecnología.

Una de nuestras actividades es dibujar en la libreta de campamento los peces que pescamos o los nsectos que fotografío. En el último viaje incorporé wi-fi portátil, así mi hijo podía navegar con su tableta”. Además de un buen botiquín con pinza de depilar para sacar astillas, los Solier llevan libros, alimentos –incluyendo provisiones que sirvan como tentempiés– y dosis de agua repartidas en cantimploras y botellas. Pero en sus mochilas nunca falta un navegador satelital. “El GPS marca la hora de la salida y puesta del sol, entonces es posible saber el horario del crepúsculo, que históricamente es el mejor momento de luz para sacar fotos, por sus colores increíbles”.

TIPS DE ACAMPANTE

  • Acampar en zona alta y con un leve declive que drene el agua de lluvia. Asegurarse de que haya agua y leña cerca.
  • El peso de la mochila debe distribuirse entre los hombros (35%) y cadera (65%).
  • La regla de oro es vestirse en capas, como una cebolla. Las fibras sintéticas –polar, poliéster o polipropileno– abrigan aún mojadas y se secan más rápido.
  • El sol: siempre utilizar bloqueador solar, aun en días nublados. Cubrir la piel con prendas claras y de trama cerrada.
  • Un repelente natural para mosquitos: mezclar 500 cm3 de alcohol medicinal, 50 cm3 de aceite para bebés y veinte clavos de olor en infusión. Dejar reposar una noche.
  • Cómo improvisar una camilla: conseguir dos palos capaces de soportar peso y un poco más largos que la estatura del accidentado. “Vestir los palos” con dos camisas –que queden enfrentados sus cuellos–. (Tomado de “De Aventuras con papá” (V&R Editoras), de José Luis Aldorisio.
 

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