400.000 pasajeros diarios
El «Tren Bala» japonés cumple 50 años
El 1 de octubre de 1964 se inició la era del «Shinjansen». El primer tramo, de 515 kilómetros, unió Tokio con Osaka.
El tren japonés de alta velocidad Shinkansen, alcanza velocidades máximas de más de 300 kilómetros por hora. Foto: Peter Jähnel/DPA [ Ver fotogalería ]
1 de octubre de 2014
Con el hocico alargado y plano, la carrocería delgada y ventanas cuya forma recuerda a las de los aviones, el «tren bala» entra suavemente en la estación de Tokio, como en una película de ciencia ficción. El fascinante aura que envuelve al tren japonés de alta velocidad Shinkansen (su nombre oficial), que alcanza velocidades máximas de más de 300 kilómetros por hora, despierta entre los fanáticos del ferrocarril un asombro similar al que antes causaba el vuelo a baja altura de un avión supersónico Concorde.
Los japoneses estaban muy adelantados a su tiempo. El éxito del Shinkansen se contagiaría más tarde a muchos países de Europa. Es cierto que actualmente también en otros países circulan trenes de alta velocidad, tales como el ICE y el AVE. Sin embargo, el aura que todavía hoy envuelve a los «trenes bala» japoneses es diferente. Además, el Shinkansen sigue teniendo fama de ser con diferencia el tren de alta velocidad más seguro del mundo. Por esta razón, los japoneses quedaron perplejos cuando en octubre de 2004, tras un terremoto, descarriló por primera vez un Shinkansen, aunque nadie resultó herido. El accidente hirió tan fuertemente el orgullo de toda la nación que durante varios días la televisión estatal mostraba imágenes del tren descarrilado.
Otro motivo de orgullo es la ya legendaria puntualidad de los Shinkansen, que en este aspecto no tiene parangón en el mundo. Salvo cuando ocurren catástrofes naturales como terremotos o tifones, en Japón apenas se registran retrasos. En 2011, el retraso medio de un Shinkansen no llegaba a más de 36 segundos, informó orgullosamente el diario Sankei Shimbun. Esta gran puntualidad no solo se debe a la excelente tecnología y al buen mantenimiento de los trenes, sino también al hecho de que la red para trenes de alta velocidad está separada de la de los suburbanos y de mercancías y está casi totalmente vallada. Los tiempos de viaje y las horas de llegada y de paso están planeados en unidades de 15 segundos.
El conductor tiene que saber exactamente cuál es la distancia respecto de la próxima estación. Tan pronto como el retraso corre el riesgo de superar un minuto, se envía una señal de alarma al centro operativo. En tales casos, el conductor y el centro operativo hacen todo lo posible para recuperar el tiempo perdido. Lo que también impresiona es la limpieza de los trenes. Ya minutos antes de la llegada del convoy, filas de limpiadores uniformados se alinean en el andén. Cuando el Shinkansen efectúa su entrada, se inclinan profundamente. Con una enorme eficiencia y meticulosidad recogen la basura en el tren y vuelven a colocar las filas de asientos en el sentido de la marcha.
Con una pequeña «escoba de limpieza», que tiene sensores en las puntas, se detectan mediante una señal acústica los lugares húmedos, explicó al diario Nikkei Yuji Maeda, de la empresa «Shinkansen Maintainance Tokai». Actualmente, los trenes Shinkansen salen de la estación central de Tokio en intervalos de pocos minutos, casi la misma frecuencia que los trenes suburbanos. Tan solo entre Tokio y Osaka viajan diariamente en el Shinkansen unos 400.000 pasajeros. Si hace 50 años el tren tardaba cuatro horas en cubrir esa distancia, hoy recorre el trayecto en poco más de dos horas y media. Por tanto, lo que distingue al Shinkansen es la alta velocidad de desplazamiento continuo, más que la velocidad máxima. Sin embargo, el perfeccionamiento del sistema ferroviario nipón sigue adelante.
es maravilloso,ver la capacidad de la nacion Japonesa,luego de una guerra desvastadora, muestran al mundo su desarrollo ferroviario,etico y humano ,un ejemplo
si este tren lo hubiésemos tenido, como quería Cristina, con el mantenimiento de nuestros trenes ¿cuántos muertos hubiese habido en once?, creo que lo hubiese frenado….¿qué cosa?, la casa rosada?
En Japón hay siglos de cultura y educación. Lo nuestro, es el resultado de 70 años de peronismo.