BRASIL / PANTANAL
Un día de pura vida en Pantanal, tesoro natural de Brasil
Territorio de juaguares, tapires y pirañas, este inmenso humedal, a unas horas de San Pablo, es cita suprema para los amantes de la naturaleza. Galería de fotos
PANTANAL. Es diez veces el tamaño de la provincia de Tucumán, o el equivalente a toda la superficie de la provincia de Chubut. Queda dentro de Brasil y es el mayor humedal del mundo. Este ecosistema inmenso de llama Pantanal y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Foto: Cedoc Perfil [ Ver fotogalería ]
Por Analía Melgar (Diario PERFIL)
Es diez veces el tamaño de la provincia de Tucumán, o el equivalente a toda la superficie de la provincia de Chubut. Queda dentro de Brasil y es el mayor humedal del mundo. Este ecosistema inmenso de llama Pantanal y fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Los más de 200.000 km2 de Pantanal se distribuyen entre Paraguay, Bolivia y Brasil. Pero en este último, en los estados de Mato Grosso y Mato Grosso do Sul, la infraestructura turística parece más establecida.
Los puntos a partir de los cuales es posible iniciar la aventura son Corumbá y Campo Grande, adonde se llega en vuelos locales o por tierra, desde San Pablo o Brasilia. Son unos 1.000 kms: San Pablo-Campo Grande, 989 kms; Brasilia-Campo Grande, 1.046 kms. Ya en Corumbá o Campo Grande, las agencias de turismo disponen de los medios de transporte adecuados para andar por terrenos anegadizos y cursos de agua de Pantanal: canoas, kayak, 4×4, caballos.
Para las excursiones, hay que prepararse con vestuario adecuado, repelente de insectos y protector solar. Y mentalmente: existe una temporada de invierno pero las temperaturas no descienden a menos de 20ºC -excepto las noches de invierno, que promedian los 10ºC-; en verano suben tranquilamente a 40ºC.
Las propuestas tienen el formato de safaris, de dos, tres o más días. En ese tiempo, dentro y fuera de los límites del Parque Nacional del Pantanal Matogrossense -ocupa 136.028 hectáreas de la totalidad del Pantanal-, las actividades son fundamentalmente de observación, y también de pesca -la piraña es un habitante de estas aguas-. Todos los sentidos son convocados para percibir esta fiesta de pura vida. Depende de la idoneidad de la empresa de viajes, la profundidad de la experiencia: conviene recopilar testimonios de anteriores viajeros, para no caer en un chasco -¡que los hay!-.
En esta inmensa llanura aluvional, diversos cursos de agua, que desembocan en el río Paraguay, en estación de lluvias -de diciembre a abril-, crecen y pueden elevar su nivel hasta 5 metros. Hay pastizales, bosques, meandros que se secan y vuelven a inundarse, amplias lagunas. Allí viven tantos animales que algunas voces han calificado este lugar como un zoológico al aire libre: flamencos y diversas aves zancudas; jaguares, nutrias, osos hormigueros, tapires y muchos yacarés, además de abundantes mosquitos.
De mayo a junio, el paisaje muestra grandes concentraciones de agua y campos floridos. De julio a noviembre, durante la sequía, es la temporada alta, el bajo nivel de las aguas permite avistar más animales y la ruta que uno 147 km de Pantanal entre Poconé y Porto Jofre, la Rodovia Traspantaneira, puede recorrerse en auto, con imprescindible aire acondicionado.
Conversar con los lugareños, hombres y mujeres que conocen la naturaleza y sus ciclos, es una experiencia imperdible. En la población, se reconocen antepasados africanos, portugueses e indios. En la actualidad, muchos están dedicados a la caza, la pesca, la agricultura y la ganadería, organizados en fazendas o granjas. También ellos pueden ser excelentes guías turísticos, y ofrecen hospedaje.