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El Cinque Terre italiano: cinco pueblos encantadores a orillas del mar

Pueblos marineros y agrícolas, llenos de color, simplicidad y atractivo que forman parte del área protegida del Parque Nacional de las Cinco Tierras. Fotos

Todo lo encantador del mundo parece estar ubicado a orillas del mar en Italia, en la región de Liguria, en la provincia de La Spezia. Se trata de una serie de cinco pueblitos -Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore- colgados en riscos increíbles frente al mar y dueños de un colorido de ensueño, que reciben el nombre de "Cinque Terre" (Cinco Tierras), y que son patrimonio mundial. Fotos: Cedoc Perfil / WikiCommons / 500px / Pixabay [ Ver fotogalería ]

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Todo lo encantador del mundo parece estar ubicado a orillas del mar en Italia, en la región de Liguria, en la provincia de La Spezia. Se trata de una serie de cinco pueblitos -Monterosso al Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore- colgados en riscos increíbles frente al mar y dueños de un colorido de ensueño, que reciben el nombre de «Cinque Terre» (Cinco Tierras). Pueblos marineros y agrícolas, llenos de color, simplicidad y atractivo que son Patrimonio Mundial y forman parte del área protegida del Parque Nacional de las Cinco Tierras.

Con una historia que data del año 1200, Monterosso es el pueblo más grande de los Cinque Terre. Se divide en dos partes: una parte antigua  y una parte moderna  comunicados a través de un túnel cavado en la roca. El sector antiguo es solo peatonal y conserva las características autóctonas de la región, con callecitas empedradas, pórticos de piedra y comercios que ofrecen al visitante productos típicos, vinos del sector, platos regionales a base de pescado y pesto a la Génovese.

De los cinco pueblos que conforman el Cinque Terre, Vernazza es el que ha conservado mayormente el aspecto de ciudadela marinera y es el lugar ideal para una visita relajante, colorida y sugestiva. Sus puntos más llamativos lo constituyen la Iglesia de Santa Margarita de Antioquia, construida en el 1318 a orillas del mar junto a la ensenada de la ciudad, y la plaza alrededor de la que se alzan muchísimas casas antiguas y coloridas que contienen algunos bares y cafés donde sentarse a disfrutar de la magia del lugar.

La principal diferencia de Corniglia con los otros pueblos del Cinque Terre es que no tiene acceso directo al mar, sino que se encuentra en la cima de un promontorio alto más de 100 metros, circundado en todos sus lados por viñedos y olivares. Su estación de trenes se encuentra distante del pueblo (casi al nivel del mar) por lo que subir hasta el pueblo puede ser algo dificultoso: se puede hacer a través de la “Lardarina”, una larga escalinata compuesta de 33 rampas y 377 escalones. Entre las principales atracciones de este lugar, se encuentra la Piazza de Largo Taragio, donde se asoma la iglesia de Santa Caterina y la parroquia de San Pedro, uno de los monumentos más interesantes de toda la costa.

El pueblo de Manarola se levanta sobre un escarpado promontorio de roca oscura con vistas a un puerto encerrado entre dos malecones. Sus casas pintadas de colores pastel, que parecen mimetizarse con el paisaje, responden a la estructura de casas-torre que solían construirse a principios de la Edad Media para defensa de los poblados del ataque de los turcos y de los piratas. Sus orígenes son muy antiguos, ya que proviene de un asentamiento romano. Tanto es así, que en el centro del pueblo todavía existe un templete dedicado a los Manes, los dioses romanos protectores de la casa, que representaban a los espíritus de los parientes difuntos. En la actualidad, el lugar está catalogado como Patrimonio Mundial de la Humanidad, y desde 1998 ha pasado a convertirse en Parque Nacional y Zona Marina Protegidos.

Ordenado y limpio, con numerosas casas coloradas, empinadas en la montaña, que se extienden desde lo alto hasta la orilla del mar, Riomaggiore en un pequeño pero encantador embarcadero con un malecón desde el cual se observa todo el pueblo con toda la belleza de una postal. Se trata de un pintoresco pueblo de pescadores, con casas altas y estrechas de colores pastel y con una continua sucesión de luces y sombras provenientes de los estrechos carrugi. Es el último pueblo del circuito del Cinque Terre. La Iglesia de San Juan Bautista, ubicada en la parte alta del pueblo fue construida en el 1340, es la principal del pueblo, y una de las más bonitas de la región.

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