PROVINCIA DE TUCUMÁN
Verano al natural en Tafí del Valle
Un valle verde en el corazón de Tucumán invita a disfrutar de un verano inolvidable. De rasgos aborígenes, conjuga desde las alturas imponentes paisajes y un valioso patrimonio cultural.
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17 de enero de 2014
Tafí del Valle (www.tafidelvalle.com), uno de los destinos más importantes de la provincia de Tucumán, se erige en pleno corazón de la provincia rodeada por los altos picos del Aconquija. Con numerosos ríos, arroyos y un imponente lago,se constituye uno de los destinos norteños más visitados por el turista extranjero.
Con un agradable clima templado los 365 días del año, Tafí ofrece al visitante imperdibles panorámicas que se disfrutan desde los 2.000 metros de altura. Entre sus principales riquezas, conserva las huellas de un pasadoque se mantiene intacto, como fiel retrato de las culturas que allí habitaron.
En un rápido recorrido se pueden ver a simple vista, construcciones en adobe y paja, enormes pircas de piedra, y para los que gustan de las artesanías, laboriosas piezas en cerámica. Entre los circuitos más destacados está la Vuelta al Valle por un estrecho camino de cornisa que pasa por localidades como La Banda, El Churqui, La Ovejería y El Mollar, entre otros.
Los platos típicos de Tafí del Valle tienen sus raíces en la tradición del Norte argentino, con una acentuada influencia de costumbres indígenas y españolas. Además de los imperdibles quesos, se puede degustar el locro, los tamales, la humita, la chanfaina, el charqui, el puchero criollo, el estofado con pelones, los huevos quimbos, la cuajada y los bizcochos criollos.
Conocido en lengua diaguita como “el pueblo de la entrada espléndida”, posee construcciones de gran valor histórico y vestigios de asentamientos indígenas precolombinos en cada uno de sus rincones. Además, en los centenarios cascos de estancias, es posible disfrutar jineteadas y cuadreros, así como aprender antiguas recetas para elaborar quesos de trascendencia mundial. En los alrededores, hay atractivos paseos que incluyen las Ruinas del Quilmes y el Museo de la Pachamama.
Recorrido cultural por Tafí
Entre los patrimonios más relevantes, se encuentra la Reserva Arqueológica La Bolsa, donde sorprenderse por las manifestaciones de arquitectura aborigen realizadas en piedra. Es allí, donde se descubrió uno de los enigmas más apasionados de los historiados del pasado calchaquí: los menhires, grabados con motivos humanos, de animales o representaciones geométricas.
Para conocer el lugar, de unas 170 hectáreas de restos de la cultura Tafí, se accede por la Ruta Provincial 307. Otra importante reserva se encuentra en el Valle de La Ciénaga, hasta donde es imposible llegar en vehículo por estar a 2700 metros, entre bosques de alisos y quebradas.
Más cerca del centro, una parada obligada la constituye la Capilla de La Banda, donde funciona un museo histórico, religioso y arqueológico con un atractivo puesto de artesanías. Son seis salas con pinturas, tallas de alfarería, cántaros y otras tantas piezas, que pertenecen a colecciones tanto de las culturas aborígenes, como del período colonial.
A 15 minutos de la ciudad, el viajero accede a la localidad de El Mollar, donde se encuentra la Reserva Arqueológica Los Menhires que se extiende en el predio conocido como La Sala, y cuya mayor atracción la representan unos 50 monolitos realizados en rocas graníticas.
A este circuito cultural se suma la comunidad de Amaicha del Valle, situada a 58 kilómetros, donde aparecen importantes huellas de la cultura diaguita, el Observatorio Astronómico de Ampimpa y el Museo de la Pachamama. Un poco más adelante, Las Ruinas de Quilmes, entre los más importantes asentamientos prehispánicos de la Argentina.
Otros imperdibles
La variedad de propuestas para todos los gustos y edades es uno de los imanes de mayor atracción para el turismo en esta región de los Valles Calchaquíes. Ideal para las caminatas, las salidas de campamentismo y las jornadas al aire libre está La Quebradita, a unos 10 minutos de la ciudad.
Para los que se dejan atrapar por los mitos y leyendas, la Casa Duende es un particular museo sobre personajes de la cosmovisión indígena, representados en esculturas, cerámicas, maderas y fibras vegetales, con un fogón de cuentos, una sala de proyecciones y una enorme vasija con artesanías a la venta.
Los elegidos por los aventureros para hacer safaris fotográficos, cabalgatas, senderismo y avistajes de flora y fauna, son el Cerro Pelao -a 2680 metros- y otros como Ñuñorco, Muñóz y Negrito. Para hacer rappel, la favorita es la Cascada Los Alisos, con 60 metros de caída de agua, en el límite de Las Carreras y El Rincón.
Para las salidas nocturnas está El Mollar, sitio donde también se construyó el Dique La Angostura, un embalse con 30 metros de profundidad, reconocido como el más alto de la Argentina y meca de los pescadores, con abundante pique de pejerrey y trucha. Además, sede de variados deportes náuticos especialmente en verano, como surf, kitesurf, yachting y windsurf.
Las antiguas estancias de esta región tucumana son protagonistas hace años de afamadas queserías, donde además de la elaboración de productos artesanales, el visitante podrá presenciar típicos espectáculos gauchos, como enlazadas, domas y fogones folclóricos.