PROVINCIA DE RÍO NEGRO
Un festival para valorar la fauna patagónica a lo largo de 45 kms de playas
La región, ubicada unos 1.200 kilómetros al sur de Buenos Aires, es un área de estepa patagónica junto al Golfo San Matías.
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Los 45 kilómetros de playas que van desde las localidades de San Antonio Este a Las Grutas, en la provincia de Río Negro, en la Patagonia argentina, son una reserva hemisférica vital para las aves migratorias que todos los años viajan desde Tierra del Fuego hasta Alaska. La región, ubicada unos 1.200 kilómetros al sur de Buenos Aires, es un área de estepa patagónica junto al Golfo San Matías, donde también hay balnearios de alta concurrencia turística en la temporada veraniega.
Chorlos y playeros rojizos -como el famoso B95, conocido como el «ave de la Luna» porque ya recorrió en su vida una distancia superior a la que separa nuestro planeta de su satélite- forman parte de las aves que todos los años recorren miles de kilómetros de hemisferio a hemisferio, con algunas paradas para recuperar fuerzas y alimentarse. Otras de las especies migratorias de largo aliento son las becasas de mar, los playeros trinadores, los playeritos rabadilla blanca y los playeritos blancos.
Para generar conciencia sobre la importancia de su preservar su hábitat -que coincide con algunos lugares de gran atractivo turístico, como el balneario de Las Grutas- se realizará el 21 y 22 de marzo una nueva edición del Festival de Aves Playeras, con actividades para grandes y chicos, coordinado por la Fundación Inalafquen.
«Desde 2010 la Fundacion Inalafquen ha organizado cada mes de marzo un Festival de Aves Playeras Migratorias para celebrar la presencia de estas aves en el Area Natural Protegida Bahía de San Antonio, poniendo en relieve además su valor como atractivo turístico y la necesidad de un compromiso de residentes y turistas para su conservación«, explicó Mirta Carbajal, presidenta del Consejo Argentino de la Red Hemisférica de Reservas de Aves Playeras, citada por Ansa.
El objetivo del Festival, que se enmarca en la Semana de las Aves realizada cada año en marzo, es que pobladores y visitantes puedan ver la franja costera no sólo como un sitio recreativo, sino también como un hábitat imprescindible para estas especies. Allí las aves que llegan desde el extremo sur del continente e inician su travesía hacia la otra parte del mundo deben detenerse para alimentarse y ganar el peso que les permita contar con las fuerzas suficientes para su viaje. Por eso es vital preservar la zona de playa, en particular durante los períodos de migración.