RELAX Y AVENTURA
Isla de Mauricio: Aventuras deportivas en un paraíso africano
Esta isla del océano Índico ofrece muchas oportunidades a los deportistas, sobre todo en invierno. Además, esquí acuático, hoteles y buena cocina.
Las largas playas son ideales para ejercitarse corriendo. Fotos: dpa [ Ver fotogalería ]
Es cierto que la mayoría de los turistas asocian la isla de Mauricio con un ocio relajante, chapoteando un poco en el agua. Sin embargo esta isla del océano Índico ofrece muchas oportunidades a los deportistas, sobre todo durante el invierno mauriciano. En esa época, las temperaturas raras veces superan los 25 grados pero casi nunca caen debajo de los 20 grados.
Durante el invierno, los mauricianos mandan a sus hijos a la escuela con gorras de lana, mientras que los turistas que aman los deportes montan en bicicletas de montaña vestidos con pantalones cortos. Sí, en Mauricio hay montañas, y bastante altas. En algunas de ellas hay calles o senderos muy adecuados para ciclistas.
La principal atracción turística de las montañas de Chamarel es la Tierra de los Siete Colores, los remanentes de una erupción volcánica que hoy resplandecen con siete tonos de color diferentes. Por supuesto que aquí no puede faltar una breve parada, como tampoco en la cercana cascada de Chamarel. Después, el viaje continúa cuesta abajo, bastante placenteramente. Sin embargo, ya aparece la primera montaña.
El camino por la carretera costera conduce a la playa Le Morne, a los pies de la montaña homónima, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La puesta del sol compensa el esfuerzo. Todas las montañas en Mauricio tienen un origen volcánico. La más alta, la Piton de la Petiote Rivière Noire, se alza al cielo hasta una altura de más de 800 metros.
Comparada con esta montaña, la Piton Canot casi parece ser pequeña con sus 526 metros. Sin embargo, es ideal para disfrutar de unas hermosas vistas del suroeste de la isla. La subida a través de matorrales, arbustos y pequeños árboles dura aproximadamente una hora. Dos días, tres disciplinas deportivas.
«Practico el yoga desde hace dos años», dice una turistas. «Me ha permitido perder 13 kilos de peso». Si uno quisiera perseguir este objetivo consecuentemente, sería mejor evitar los numerosos hoteles y sobre todo sus restaurantes en la isla. Y el ron sigue siendo una de las atracciones más populares entre los turistas. Quien ha tenido una copa de más hace bien en no subirse a uno de los quads que esperan a los turistas en el parque nacional Domaine de L’Etoile.
El esquí acuático tampoco es una actividad precisamente relajante. Litros de agua golpean la cara. «Los brazos extendidos, siempre estirados», decía la instrucción del entrenador que a uno le pasa por la cabeza antes de que esta se haya sumergida totalmente en el agua. El siguiente intento es más largo, unos 100 metros. El impacto contra el agua es aún más fuerte. El invierno mauriciano tiene otra gran ventaja: los precios de los hoteles son en algunos casos notablemente más bajos. Por ejemplo, el «One & Ony» cobra como promedio, según el gerente Colson, solo la mitad del precio que rige durante el verano.