FRANCIA

El lento renacer del París más bohemio

Con sus museos y su animado barrio de Marais, cerca de la ópera de la Bastilla, la «rive gauche» es la zona parisina que más atrae a los jóvenes.

El Café de Flore en el barrio de Saint-German, centro de reunión de intelectuales y artistas. Foto: dpa [ Ver fotogalería ]

Izquierda o derecha: como no podía ser de otra manera, también en París esta dicotomía es una cuestión política. Pero no sólo, pues en la metrópolis francesa simboliza además las dos orillas del Sena. Durante décadas, la «rive gauche», a la izquierda del río, vivió de su imagen como epicentro de intelectuales y noches salvajes. Miles Davis llevó su jazz al público hambriento de música del barrio de Saint-Germain, donde luego pasaba las noches junto a la cantante Juliette Gréco. Cerca de allí, en el famoso Café des Quartiers, el filósofo Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir se enfrascaban en debates intelectuales y personales.

Aquello sucedió tras la Segunda Guerra Mundial, pero ya en los años 20 del pasado siglo artistas e intelectuales estadounidenses habían colonizado la «rive gauche», entre ellos Ernest Hemingway, Henry Miller o Gertrude Stein. Y en el convulso año de 1968, la orilla izquierda del Sena se convirtió en escenario de las acaloradas protestas estudiantiles. Sin embargo, hace tiempo que esa época pertenece al pasado y es la «rive droite», con sus museos y su animado barrio de Marais, cerca de la ópera de la Bastilla, la zona parisina que más atrae a las generaciones jóvenes. Hace años, el cantante Alain Souchon lamentaba lo ocurrido con su chanson «rive gauche», en la que decía adiós a esa tierra de «música y poesía, adiós al jazz y adiós a la noche».

Pese a que los turistas sigan llegando en hordas al barrio de Saint-Germain-des-Prés, atraídos por la lejana edad dorada de la literatura y la «bohème», la orilla izquierda del Sena parece dormida. Aunque muchos acudan al legendario café «Deux Magots» con el objetivo de empaparse del ambiente que vivió la escritora Françoise Sagan («Bonjour Tristesse»), a la hora de ir de compras prefieren cruzar al otro lado del río. La imagen del que fuera el bastión de los intelectuales se había llenado de polvo, hasta el punto que el diario «Le Figaro» se preguntaba no hace mucho, «¿existes aún, ‘rive gauche’?» Y parece que hay respuesta: con nuevos y cafés y bares a la última, tiendas chic y llamativas decoraciones, la izquierda del Sena quiere volver a ser «la» orilla.

«Aquí los carniceros despachan ahora en boutiques que recuerdan más bien a joyerías», afirma el periodista parisino Eric Neuhoff. «Las dependientas van mejor vestidas que los clientes«. Una apuesta que se enmarca en la innovación y la moda de la «bistronomie», que atrae a una clientela pudiente a restaurantes con menús procedentes de todo el mundo. Con todo, los más puristas de la «rive gauche», como Jean Klein, siguen decantándose por las «brasseries», que desde mucho antes preservan la fama gastronómica de este lado del Sena: «‘La Closerie des Lilas’, en el bulevar Montparnasse, sigue mereciendo la pena, igual que el aclamado bistró ‘Le Comptoir», junto al Odéon», afirma.

Sus detractores critican no obstante que este bulevar se ha convertido en un escaparate del lujo uniforme: el barrio de artistas que fue una vez es ahora un parqué de empresarios ávidos de hacer negocio, sostienen. Por supuesto, paseando siempre hay espacio para descubrir alguna pequeña joya, encontrarse con algún librero gruñón que no intente vender a cualquier precio, disfrutar del arte contemporáneo en decenas de galerías o dar con una valiente asociación de editores contra la crisis. Izquierda o derecha: parece que la última palabra aún no está escrita.

 

Un comentario en “El lento renacer del París más bohemio

  1. El que escribió el copete no es el mismo que escribió la nota, ¿no? Como bien dice el texto más abajo, Le Marais y Bastille no quedan en la rive gauche 😉

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