PROVINCIA DE LA RIOJA

Un recorrido por las antiguas capillas coloniales de Chilecito

La ruta de las Capillas Coloniales fusiona la imaginaria paisajística, la hospitalidad de su gente y una gastronomía que va adquiriendo el condimento de cada lugar.

Foto: noticiasdechilecito.com.ar [ Ver fotogalería ]

A 192 kilómetros de la ciudad de La Rioja, las «Antiguas Capillas Coloniales», que forman parte del itinerario de las «Huellas del Peregrino», son uno de los tantos legados auténticos de la provincia en la proclamación en la fe, con un marcado y particular acento en la arquitectura, calidad artística y estética. La mística de cada tramo fusiona la imaginaria paisajística, la hospitalidad de su gente, una gastronomía que va adquiriendo el condimento de cada lugar.

Además, el interior provincial puede disfrutarse a través del trekking, caminatas o cabalgatas que proponen llegar a descubrir increíbles postales naturales. Vestigios de pueblos originarios y paisajes sorprendentes se levantan protagonistas de valles colmados de vides que se distinguen en el mundo por sus vinos, siendo además custodio de riquezas mineras y agrícolas del corredor del Bermejo.

Algunas de las capillas se construyeron para el culto familiar, otras para adoctrinar a los pueblos originarios insertos en las encomiendas y otras como sede de las autoridades eclesiásticas. Esta Huella comienza por Ruta Nacional 74, en la localidad de Vichigasta, 90 kilómetros al norte de Patquia, donde se alza un templo construido en el siglo XVIII y consagrado a San Buenaventura. Desde Nonogasta hacia el oeste, luego de recorrer 15 kilómetros por la ruta nacional 40, se llega a Sañogasta, cuyos territorios fueron concedidos para si por Ramírez de Velazco en 1591.

En 1640 se comenzó con la construcción de la hacienda de San Sebastián como así también la Capilla en una loma, que desde entonces se denominó «Alto de la Iglesia». Allí se encuentra la Virgen de la Candelaria, que lleva en su mano una candela, símbolo de la luz del mundo que es Dios hecho Hombre a quien también lleva en brazos, probablemente sea procedencia peruana. Tanto ésta como San Sebastián son venerados como patronos del pueblo.

Por su parte, San Vicente Ferrer es venerado por el pueblo de Nonogasta, al que se llega desde Vichigasta 25 kilómetros hacia el norte por ruta nacional 74. Se trata de un antiguo pueblo originado en asentamientos hispánicos desde principios del siglo XVII, cuya propiedad pasó a manos de los jesuitas que establecieron allí estancia y capilla, hasta su expulsión en 1766. El templo, declarado Monumento Histórico Nacional, está consagrado a San Vicente Ferrer.

De nave única y coro a los pies, conserva características constructivas originales: gruesos muros de adobe con nichos y un altar cuyas hornacinas guardan preciosas imágenes entre las que se destaca el Cristo de la Paciencia. Otra capilla consagrada a Santa Rosa, también Monumento Histórico Nacional, se encuentra en Anguinán, antiguo pueblo diaguita.

El templo está consagrado a Santa Rosa y fue construido por Bartolomé Gordillo en 1784 como sede del Curato de Anguinán, que en 1865 fue trasladado a la Iglesia de Chilecito. Se destaca por la altura y calidad de su torre conformada por un prisma cuadrado debajo de otro octogonal ornamentado con pilastras y rematado con una cúpula semiesférica.

En Malligasta, otro distrito próximo a Chilecito, se encuentra la capilla de origen colonial declarada Monumento Histórico Nacional que consagra a la Inmaculada Concepción. El templo se sitúa en el interior de una plaza donde se celebra dos veces por año -el 1 de enero y el 8 de julio- el tradicional «Tinkunaco», o encuentro entre los pueblos originarios y los españoles representados por el Nino Dios Alcalde y San Nicolás de Bari respectivamente. En su interior hay un Cristo articulado y otras imágenes de interés entre las que sobresale San Nicolás, y el altar principal tiene características eclécticas mezclando arcos ojivales, tímpano triangular y guirnaldas.

En tanto, la feligresía de La Puntilla celebra a la Virgen de la Merced, en una antigua capilla declarada Monumento Histórico Nacional, construida para el culto familiar, que tiene cubierta a dos aguas de cañizo bajo estructura de algarrobo. Por sus características se aparta de los tipos históricos regionales al estar compuesta por tres cuerpos superpuestos que se van reduciendo y afinando de abajo hacia arriba. En su interior hay un conjunto interesante de imágenes vestidas del siglo XVIII destacándose la de su patrona la Virgen de la Merced, la Virgen del Carmen y Santa Lucía.

En Los Sarmientos se encuentra la capilla -también Monumento Histórico Nacional- consagrada a Santa Clara de Asís, que es un ejemplo de la serie de edificios que jalonan la antigua ruta de los incas que en la quebrada de Humahuaca constituyeron una de las vías de entrada de los conquistadores. Se encuentra casi integrada a Chilecito, del otro lado del Rio Los Sarmientos.

Finalmente, a la salida de Chilecito hacia el norte, por ruta nacional 40, y luego de recorrer 5 kilómetros, se llega a San Nicolás, pequeña localidad desarrollada a lo largo del antiguo trazado del camino a Famatina, con la capilla consagrada al santo, que fue construida a principios del siglo XIX.

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