Burundi, un destino africano muy poco conocido
Este pequeño país situado a orillas del lago Tanganica todavía ofrece la posibilidad de vivir auténticas aventuras, lejos del turismo de masas. Fotos
Burundi ofrece la posibilidad de vivir auténticas aventuras, lejos del turismo de masas. Foto: dpa [ Ver fotogalería ]
Quien planea hacer una viaje por África Oriental generalmente piensa en un safari en Kenia o en los gorilas de montaña en Ruanda. A casi nadie se le ocurre como alternativa viajar a Burundi. Sin embargo, este pequeño país situado a orillas del lago Tanganica todavía ofrece la posibilidad de vivir auténticas aventuras, lejos del turismo de masas.
Cuando uno recorre la espesa selva del Kigwena Forest, en el sur de Burundi, raras veces se encuentra con otros turistas. «Aquí vienen a lo mejor entre diez y 15 turistas a la semana y a veces ninguno», dice el guardabosques Pascal Niyokinda. Sin embargo, la selva húmeda de esta reserva natural con sus monos, pájaros y mariposas multicolores es un destino ideal para los amantes de África con espíritu aventurero.
No lejos de Kigwena se encuentra la reserva ecológica Vyanda Forest, que tiene una de las mayores atracciones del país: en este bosque viven unos 100 chimpancés. «Creíamos que todos habían muerto durante la guerra civil, pero de repente, en 2002, los descubrimos nuevamente», dice Christophe Ndikunwayo, portavoz del Ministerio de Turismo, en Bujumbura, la capital de Burundi. «Y parece que se están reproduciendo».
Desde la década de los 70 se sucedieron los actos de violencia entre la mayoría hutu y la minoría tutsi. Cientos de miles murieron, hasta que se firmó un acuerdo de paz en el año 2000. Hoy en día, los turistas aficionados al safari todavía pueden realizar en este país excursiones exploratorias, por ejemplo en el parque nacional Kibira, en el noroeste del país, con su rica flora y fauna, y en una aldea de pigmeos (batwa), o en el parque nacional Ruvubu, en el este, donde corretean búfalos y antílopes.
Un viaje a Burundi no debería terminar sin una breve parada en una roca en Mugere, en donde se puede leer «Livingstone – Stanley – 25 XI 1871». A los burundeses les gusta contar que fue en este lugar donde el explorador británico David Livingstone y el periodista estadounidense Henry Morton Stanley se encontraron por primera vez y donde este último pronunció la famosa frase «¿El doctor Livingstone, supongo?». Sin embargo, el encuentro se produjo en realidad dos semanas antes, en Tanzania. En Mugere, los dos hombres estuvieron juntos dos noches.