REINO UNIDO
Londres busca convertirse en una ciudad ciclista
Londres está muy lejos de ser «bike friendly» como Copenhague o Ámsterdam, pero se están invirtiendo millones de libras para alcanzarlo.
Simulación por computadora de la "autopista para bicicletas" de 29 kilómetros que se se prevé que una el este con el oeste de Londres. [ Ver fotogalería ]
Recorrer Londres en bicicleta no es una actividad apta para cualquiera que no tenga nervios de acero. Los míticos autobuses rojos de dos pisos y las furgonetas blancas de transporte colapsan unas calles en las que los carriles ciclistas terminan de pronto sin motivo aparente, aunque de todas formas los vehículos ignoran las señales de espera para bicis ante los semáforos. A ello se suma la mala calidad del aire en la capital británica, que hizo que el uso de mascarillas se extendiera. Así, Londres está muy lejos de ser una ciudad ciclista, al estilo de Copenhague o Ámsterdam. Pero ese es precisamente el deseo de su alcalde.
A Boris Johnson le gusta mostrarse como un político sobre ruedas. No deja pasar la ocasión de que lo fotografíen en bicicleta y su regalo para el príncipe Jorge -el hijo de los duques de Cambridge Guillermo y Catalina- fue un triciclo. «Boris Bikes» es el nombre de las bicicletas de alquiler que, como en Berlín, París o Madrid, pueden encontrarse en muchos puntos de Londres. Johnson, que lleva en la alcaldía desde 2008, se atribuye el sistema de bicis de alquiler como uno de sus éxitos. En 2013 anunció que invertiría más 1,3 millones de euros para mejorar las infraestructuras ciclistas.
Cuatro «cycle superhighways» unen actualmente los barrios periféricos con el centro, equivalentes a lo que en otras ciudades se llaman carriles ciclistas. Sin embargo, en Londres no siempre se respetan, y hay coches que los cruzan o aparcan en ellos. Según la aseguradora Aviva, entre 2009 y 2013 se han registrado unos 23.000 accidentes entre vehículos motorizados y bicicletas. Ochenta de ellos fueron mortales.
Aunque el peaje introducido en 2003 para circular por el centro de la ciudad habría reducido el tráfico en un diez por ciento, siguen generándose atascos desde primera hora de la mañana hasta entrada la noche. Y en la última lista del Copenhagenize Index sobre ciudades ciclistas, Londres brilla por su ausencia.
Así, no sorprende que los planes para construir dos carriles ciclistas de doble sentido y separados arquitectónicamente esté dando mucho que hablar. Está previsto que esta nueva «autopista para bicicletas» de 29 kilómetros una el este con el oeste de la ciudad pasando por Hyde Park, el palacio de Buckingham o el Big Ben. Y como era de esperar del carismático alcalde, Johnson inauguró las obras subiéndose a una excavadora.
Además, determinados barrios se convertirán en «mini Holandas», para lo que se destinará financiación extra. Y es que tanto las infraestructuras como la seguridad en el tráfico son temas importantes en la campaña electoral que agita estos días las islas, pues los distintos partidos luchan por el voto de quienes no poseen automóviles. El responsable de transporte del opositor partido laborista prometió por ejemplo crear una comisión de planificación en la que participaran peatones y ciclistas.
Los lobbistas londinenses de la London Cycling Campaign están satisfechos. «Celebramos que el alcalde por fin cumpla sus promesas«, dijo su portavoz, Rosie Downes, a la agencia dpa. «Hasta ahora, las ‘cycle superhighways’ no eran más que líneas azules sin ninguna protección física o jurídica«, añadió. Y aunque las dos vías previstas no son perfectas, la organización sostiene que van en la dirección correcta.
A muchos les cuesta creer que a partir de la primavera de 2015 turistas y vecinos vayan a poder recorrer en bicicleta la metrópolis del Támesis por estos dos carriles ciclistas. Y las críticas no están exentas de sentido del humor: se habla desde utilizar los túneles de metro en desuso a carriles en altura o flotantes. Aunque la mayoría de ciclistas de Londres estaría seguramente feliz si realmente pudieran circular por los carriles existentes.