Fotos | La majestuosa Opera Garnier de París

El espectacular edificio que inspiró «El fantasma de la Ópera», es capaz de transmitir la riqueza y la magnificencia que lo acompañaron en el pasado. Fotos.

Obra maestra de la arquitectura teatral del siglo XIX, el Palais Garnier, construido por Charles Garnier e inaugurado en 1875, es la decimotercera sala de ópera de París, tras la fundación de esta institución por Luis XIV en 1669. Foto: AFP [ Ver fotogalería ]

Ficha

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Situada en el Palacio Garnier, la Ópera Garnier es un imponente edificio neobarroco que, junto con la Ópera de la Bastilla, conforma la Ópera Nacional de París. Se trata del lugar que inspiró la conocida obra El Fantasma de la Ópera.

Tras la decisión de Napoleón III de crear un nuevo edificio para la ópera, se organizó un certamen en el que más de 170 arquitectos presentaron sus proyectos. Finalmente el joven arquitecto Charles Garnier fue el que logró llevar a cabo el diseño del edificio.

Antes de que el edificio fuera finalizado, Napoleón decidió que era necesario construir una avenida que uniera la ópera con el Palacio de las Tullerías, por lo que decenas de familias fueron expropiadas de sus casas para que su ambición se viera satisfecha. Paradójicamente el emperador nunca utilizó la avenida que había ordenado construir.

Los trabajos de construcción del edificio comenzaron en 1860, pero no se verían finalizados hasta 1875 debido a diversas complicaciones como la falta de estabilidad del terreno, la guerra de 1870 o la caída del régimen imperial.

Finalmente, después del elaborado trabajo realizado por 14 pintores y artesanos y 73 escultores, en 1875 tuvo lugar la inauguración del edificio, a la cual el propio arquitecto no fue invitado por haber tenido trato con Napoleón, por lo que tuvo que costearse una entrada y colocarse en un segundo plano.

Durante el recorrido por el Palacio Garnier es posible contemplar el lujo y la opulencia que rodeaba a las personas que acudían a la ópera, no sólo para disfrutar del espectáculo, sino para ver y ser vistos. Algunos de los puntos más llamativos del edificio son los “foyers”, vestíbulos en los que los espectadores paseaban durante los entreactos, los cuales están ricamente decorados con pan de oro y preciosos mosaicos.

La sala de espectáculos, decorada en tonos rojos y dorados, está iluminada por una enorme araña de cristal que ilumina el curioso techo que parece decorado por las extrañas pinturas realizadas por un niño pequeño.

Resulta llamativo el pequeño tamaño de la sala, que sólo cuenta con 1.900 asientos de terciopelo rojo, si lo comparamos con las vastas dimensiones del edificio, que ocupa 11.000 metros cuadrados. Probablemente uno de los elementos más llamativos del edificio sea la gran escalera de mármol blanco con una balaustrada de mármol verde y rojo que une los dos niveles. » Más información

 

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