Disneyland celebra 60 años a lo grande

(23 de octubre de 2015) Los estandartes con un gran diamante asociado al logotipo de la letra D de Disney o el número 60, dominan la imagen tanto en este parque, que Walt Disney inauguró el 17 de julio de 1955, como en su vecino, Disney California Adventure, construido en lo que era el estacionamiento del primero. Si bien son muchos los visitantes que llegan cada día a ambos (16,2 millones anuales para el primero -datos de 2013- y más de 6 millones para el segundo), es fácil recorrerlos sin ser arrastrados por mareas humanas, como ocurre en otros parques de Estados Unidos y aún de la misma empresa.

A los shows de fuegos artificiales habituales, para esta oportunidad diseñaron un nuevo espectáculo superador de todos los anteriores, «Disneyland Forever», que es deslumbrante cuando el manejo de la pirotecnia ilumina el cielo. El desfile nocturno, denominado «Paint the Night» es definitivamente sorprendente, pues está iluminado casi en su totalidad por más de un millón y medio de leds de diferentes colores, distribuidas en la ornamentación de las carrozas y el vestuario de todos los personajes.

Las canciones -muy pegadizas- están inspiradas en la música del Disney’s Electrical Parade (el ‘leitmotiv’ del desfile, que se usó en el Disney California Adventure hasta 2010) y la estructura del «Paint the Night» está compuesta por ocho temas, con «Campanita» (Tinker Bell) y «Peter Pan» al frente la lumínica caravana. Detrás de ellos siguen los Monsters Inc., Cars, La Sirenita, las Princesas Disney, Toy Story, Frozen y, en el cierre del desfile, llegan Mickey Mouse y sus fieles amigos Goofy, el Pato Donald, y Minnie.

Todo es espectacular, pero sorprende el enorme camión iluminado de Mack Truck (de Cars), o la gran cantidad de luces adosadas a los trajes. En el otro parque, el Disney California Adventure, al entrar por Buena Vista Street el público es recibido por la recreación del antiguo Los Angeles que Walt Disney vivió cuando llegó, en 1923, procedente de su Kansas natal.

Con una arquitectura Art Deco, techos de teja, balcones de hierro forjado, mosaicos de azulejo, y el viejo tranvía Red Car Trolley, en este parque entran a jugar los nuevos personajes de Disney que salieron de la imaginación de sus nuevos socios, Pixar, la empresa creada por otra mente brillante, creativa y audaz, la de Steve Jobs. En el Hyperion Theater se puede3 ver un musical colosal al mejor estilo de Broadway, como Aladdin, y en el sector del Pacific Wharf, que rememora las ramblas marinas californianas, se puede visitar la zona de Paradise Pier.

Éste es el sector de las diversiones, con juegos, una gran montaña rusa, y el Mickey’s Fun Wheel, una ‘vuelta al mundo’ altísima -con la imagen del popular ratón- desde donde se puede observar todo el parque en panorámica. Allí, al caer la noche, se despliega otro de los espectáculos preparados especialmente para el festejo de este 60° aniversario, el «World of Color»: una puesta sorprendente, con efectos especiales que asombran a los espectadores, rayos laser, mappings y un video digitalizado presentado por Neil Patrick Harris y el simpático Mickey Mouse. Gracias a la tecnología aplicada este espectáculo se proyecta sobre pantallas de niebla formadas por el agua a presión que sale del lago, formada por más de 1.200 fuentes.

En esas imágenes proyectadas cobra vida el legendario Walt Disney, quien despliega su magia con sus personajes iniciales, y el mismo Mickey original y cómo fue creciendo en su diseño, para trasladar esa magia convertida en agradables sensaciones para los visitantes.
Toda la magia de Disney se hace más tangible, pero termina redoblando la apuesta transformándose dentro nuestro en una experiencia más mágica aún.