VERANO 2016
El turismo de compras llevó a miles de argentinos a Chile este verano
Turistas coinciden en la conveniencia de comprar en Chile pese a los gastos de combustible, hospedaje y comidas. Además, aprovechan las playas del Pacífico.
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(22 de febrero de 2016) Este verano, el ocio y las amplias playas del Pacífico son una buena excusa para los casi 400 mil argentinos que cruzaron a Chile en enero, la mayoría por los pasos mendocinos de Cristo Redentor y Pehuenche, en gran medida atraídos por los bajos precios y la variada oferta de los comercios trasandinos en rubros como electrónica, indumentaria, perfumería y automotor. Según la agencia Télam, los que pasan por el túnel Libertadores, en el norteño paso Cristo Redentor, y quienes lo hacen por el cruce Pehuenche, en el sur mendocino, coinciden en la conveniencia de comprar en Chile pese a los gastos de combustible, hospedaje y comidas, ya que además aprovechan para vacacionar en el mar y sus playas.
La Aduana permite traer artículos por 150 dólares por persona, lo que alcanza para equipar la casa y vestir a toda la familia a un costo muy conveniente. Según datos del ministerio de Economía Fomento y Turismo de Chile, en enero último pasaron a Chile durante enero de 2016 unos 391.000 argentinos, lo que representa un incremento del 57% con respecto a igual mes del año pasado. Los argentinos encuentran doblemente atractivo un tour de compras a Chile, tanto por los precios más bajos como por la variedad de la oferta, a diferencia de Argentina donde durante la última década privó una economía cerrada a la importación, con ingreso de mercadería mayormente de China y de baja calidad.
Los productos más preciados por los argentinos que veranean en Chile son los televisores, casi todos «Smart TV», con preferencia por los de 42 pulgadas, que tienen un costo promedio al cambio de 6.000 pesos argentinos, en tanto los de 32 están a unos 4000 pesos. Como sus cajas son de gran volumen, en ciudades como La Serena se vendieron en esta temporada muchos soportes para el techo de los vehículos, lo que permite cargar equipaje extra. Muchos viajan con cubiertas viejas y las cambian en Chile, donde en general están a mitad de precio.
La Aduana permite a los ciudadanos argentinos ingresar al país una franquicia de 150 dólares por adulto y de 72 dólares a menores de hasta 16 años, por lo tanto una familia tipo -matrimonio y dos niños- tienen una franquicia de 450 dólares, y todo excedente de ese monto se cobra un 50% en pesos. La ropa es muy barata y no se contabiliza para las franquicias, lo que entusiasma a los que cruzan la frontera atraídos por lo último en indumentaria o simplemente para renovar el atuendo de toda la familia.
Otros elementos muy requeridos son los teléfonos celulares «smartphone» liberados, que están a menos de la mitad de precio que en Argentina, lo mismo que las notebooks, y en ambos casos con gran variedad de marcas y calidad. Entre los electrónicos más requeridos está los Apple, una de las primeras firmas que se fue de Argentina con las primeras medidas restrictivas del anterior gobierno, y si bien en Chile no hay Apple Store (comercios directos de la empresa) hay representantes oficiales, donde una Apple Air, la notebook más barata de esa marca, cuesta 1.000 dólares, unos 100 más que en Estados Unidos.
También productos de uso doméstico, como lámparas led, vajilla, mochilas, zapatillas, ropa de cama y deportiva e indumentaria en general son otros productos que llenan bolsos y baúles al regreso, ya que las ofertas de 2 x 1 y los descuentos son inigualables. Lo que la Aduana no permite pasar bajo ningún concepto es cualquier producto de la denominada «línea blanca», que incluye lavarropas, lavaplatos o heladeras, ni siquiera pagando la franquicia. Quienes tienen niños en edad escolar, encuentran en los comercios chileno la ropa adecuada para ellos y también muchos artículos de librería para el ciclo lectivo, también con gran variedad y calidad a buenos precios.