MARATHON / TRANQUILITY BAY BEACHFRONT HOTEL & RESORT

Calma en Marathon, el corazón de los Cayos de Florida

En la ruta entre Miami y Key West, un emprendimiento inmobiliario hace honor a la vida calma, el contacto con la naturaleza y las prácticas acuáticas terapéuticas.

Foto: Cedoc Perfil [ Ver fotogalería ]

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Por Mónica Martín (Diario PERFIL)

Desde Miami hasta Key West, en auto, hay una sola manera de llegar: por la autopista 1 de Florida, en Estados Unidos, la Overseas Highway. En el exacto medio punto de esa vía de 182 km que, desde 1938, avanza dividiendo las aguas del océano Atlántico y el golfo de México, se encuentra Marathon, el corazón de los Cayos de Florida.

Allí, entre un importante centro de buceo tropical –Sombrero Reef– y el famoso Puente de las Siete Millas, donde miles de atletas corren cada año un maratón, deslumbra una ciudad diferente, el secreto mejor guardado de los lectores del periódico The New York Times, habitués de la zona.

Suelen decir que, a medida que se avanza hacia Key West, todo aumenta: precios, inseguridad, deterioro ambiental, ruido y alcohol. En ese trazado, Marathon es una perla natural. Y el Tranquility Bay Beachfront Hotel y Resort juega un rol preponderante en ese horizonte fuera de serie. Con lujo simple, el establecimiento ocupa menos de cinco hectáreas junto al mar y fomenta el contacto con la naturaleza y la conciencia ambiental.

Aunque se promociona como hotel, en realidad es un barrio de 87 primorosas casas blancas de playa, con dos amplios pisos cada una, dos o tres dormitorios y vista al jardín o a la playa. Las viviendas ya tienen dueño, pero el desarrollador Northwood Hospitality se encarga de alquilarlas y mantener su estado impecable.

Los propietarios, a su vez, se pueden reservar un máximo de 12 semanas al año para disfrutar de ese oasis tropical. Pese a ser family-friendly, la tranquilidad reina a los cuatro vientos.

Desde el porche de su vivienda, los viajeros ven a sus hijos en el jardín o chapotear en el mar, donde hay una laguna de playa para bañarse sin riesgos. Aunque la actividad acuática es el punto fuerte del predio (pesca de primer nivel, buceo, snorkel, cruceros al amanecer, alquiler de kayak, jet ski, Hobie Cat, tablas de surf, etc.), la zona de baños está protegida de los motores.

En la costa hay un hospital de tortugas marinas, asoman los delfines y se congregan los avistadores de pájaros. En los Cayos de Florida pululan los ciervos y cocodrilos, y en los rincones del Tranquility, las iguanas y sus parientes, de cuyo índice de natalidad se encargan cuatro felinos de entrecasa, con nombre propio. Y lo que le faltaba a este remanso, lo tiene: yoga y paddleboard acuático, terapéuticos.

Abran las manos como las hojas de palmeras… el yoga permite deshacer lo que se ha hecho. Lo que das, vuelve… mi tronco es fuerte, nada lo mueve”, predica seduciendo como sirena Mindy Kaufman, a cargo de estas actividades. Con lujo sobrio, sin agenda, allí el bienestar resulta inmediato.Usted está en su casa, lejos de casa”, repiten en la bienvenida. Y parece que lo logran.

 

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