Venecia, la ciudad que está «cansada» de los turistas

Más de 24 millones de personas visitaron la ciudad italiana en el último año. Según los residentes, Venecia «parece un circo».

Una suerte de revuelta contra el turismo se registra en estos días en Venecia, donde crecen las protestas, incluso con la difusión de panfletos, contra los visitantes que día tras día llegan a la ciudad. Foto: Pixabay [ Ver fotogalería ]

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(22 de agosto de 2016) Una suerte de revuelta contra el turismo se registra en estos días en Venecia, donde crecen las protestas, incluso con la difusión de panfletos, contra los visitantes que día tras día llegan a la ciudad. Los datos económicos del turismo veneciano son impresionantes: en los últimos doce meses llegaron alrededor de 24 millones de personas, que entre restaurantes, hoteles, transporte y gastos en las tiendas dejaron en las arcas de la ciudad alrededor de 1.500 millones de euros. La otra cara de la moneda es una ciudad exhausta ante semejante «invasión», hecho que genera todo tipo de reacciones.

En el barrio del Castello aparecieron por ejemplo panfletos con un inscripción muy clara: «Tourists go away». Muchos venecianos no pueden más de las oleadas de turistas que día tras día recorren las bellas pero abarrotadas calles y plazas de la que es una de las ciudades más visitadas del planeta. La rebelión contra los «bárbaros» ha sido alimentada por una serie de episodios, como la fracasada zambullida hace unas noches de un turista desde el célebre Puente de Rialto. Al lanzarse al agua el hombre cayó en una de las tantas lanchas-taxi que circulan por los canales.

En los embarcaderos -desde donde parten o llegan los «vaporetti» (de hecho los «autobuses» venecianos)- con frecuencia hay discusiones y peleas entre los turistas y los residentes, que tienen prioridad para subir a bordo. Agosto es por otra parte uno de los meses más «calientes» de la ciudad, no sólo por el clima sino también precisamente por el alto numero de visitantes extranjeros o de italianos de otras ciudades. En las redes circula un video en el que se ve a una anciana muy enojada con un grupo de jóvenes listos para lanzarse al agua de los canales, cerca de uno de los puntos más conocidos de la ciudad, el «Campo San Vio».

Y de poco sirven los llamados «ángeles del decoro», un grupo de voluntarios que vigila la Plaza de San Marco para evitar que los turistas instalen carpas para pasar la noche. Según Claudio Scarpa, director de la Asociación veneciana de hoteleros, muchos turistas confunden a la ciudad con una localidad balnearia. «Esto es un circo, hay que tomar medidas para administrar los ingresos», afirmó tras precisar que no apoya el método de un eventual «número cerrado» de ingresos, o sea la prohibición de las llegadas cuando se supera un cierto número mínimo. El último episodio de descontrol tuvo lugar el jueves por la noche, cuando un grupo de vándalos dañó a algunas «gondoline», las góndolas utilizadas para la tradicional «Regata histórica de Venecia» que se lleva a cabo cada año en septiembre.

 

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