México a puro brindis

Mezcal, pulque, tequila y garañona son algunas de las bebidas que han dado gran fama a los destinos mexicanos. Fotos

Bar 2 de Abril, en Metepec. [ Ver fotogalería ]

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Por Analía Melgar (*)

La magia de México ingresa también por la boca, con numerosos líquidos destilados y fermentados. Algunos de ellos son el mezcal –aguardiente famoso por sus variedades, que presentan en botella los cadáveres de un gusano o escorpión para que “agarre sabor el caldo”, como dicen–, el pulque –“carne de dioses”, se dice– o la mítica garañona, que es ni más ni menos que la melliza azteca del ajenjo.

El protagonista de la novela Bajo el volcán, de Malcolm Lowry, teje y desteje su laberinto etílico cruzando una cantina llamada El Farolito, que habría de estar en la ciudad de Oaxaca. Pero quien busque desandar la imaginación literaria de este autor inglés no encontrará jamás ese lugar.

Debería ir al 209 de la calle Flores Magón: La Casa del Mezcal. Allí se sirve este destilado de varias especies de agave en toda su peculiar y amplia taxonomía, con variedades como pechuga, minero, cedrón, espadín y, por supuesto, las que conservan en el interior de la botella el cuerpo de bichos, que condimentan un blend con notas milenarias.

Otro escritor, el más maldito de todos los poetas mexicanos, Mario Santiago Papasquiaro, en el último poema que escribió antes de morir pisado por un auto inmortalizó el aguamiel fermentado del agave: el pulque, popularmente denominado pulmón o tlachicotón, caldo espeso que se consume en Mesoamérica desde hace al menos siete siglos.

La hija de los Apaches lo sirve muy bien en el corazón de La Doctores (Dr. Claudio Bernard Nº 149), pintoresco barrio del Distrito Federal. A sólo una hora de allí, en Metepec, la esquina de Hidalgo y Paseo San Isidro es asiento de otro imperdible: el Bar 2 de Abril.

A él se llega a libar una ambrosía de verdor casi fluorescente, la garañona: una pócima exclusiva de la casa que ha sido celebrada en mil y una noches como “el afrodisíaco de los tímidos” o “el segundo aire del exhausto”, porque se cree (su nombre alude a la urgencia sexual) que su alquimia conformada por decenas de hierbas –entre las que podría entrar alguna no muy bien vista por la ley– supera al viagra. Estos tres bares tienen como común denominador el buen brindis y el mejor arte.

 

(*) Nota publicada en la edición del Diario PERFIL del sábado 23 de junio de 2012

 

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