Venezuela se abre tímidamente a los turistas extranjeros

El gobierno ya permite que los viajeros y las empresas vinculadas al turismo operen con dólares. Además, Venezuela ve frenada la llegada de turistas por la inseguridad.

Pese a tener una geografía privilegiada con playas paradisíacas, montañas y el salto de agua más alto del mundo, Venezuela ve frenada la llegada de turistas por la inseguridad y la economía. Foto: PERFIL [ Ver fotogalería ]

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Por Carola Sole (AFP / Diario PERFIL)

(3 de octubre de 2016) La sequía de divisas y la crisis económica que vive Venezuela hicieron lo impensable: que el dólar, monopolio del gobierno, empiece a ser moneda de pago aunque sólo para los escasos turistas extranjeros. El lujoso hotel Eurobuilding de Caracas está haciendo desde junio la prueba piloto nacional mientras en la isla caribeña de Margarita, la que más visitas recibe en el país petrolero, los grandes hoteles aceleran los trámites para aplicar la norma por iniciativa del gobierno de Nicolás Maduro, asfixiado por el desplome de los precios del crudo.

Algunos hoteles de la Perla del Caribe ya tienen los permisos en regla y, tutelados por el gobierno, otra decena los están gestionando para empezar a hacer cobros en dólares. Aunque parezca fácil, en un país que lleva 13 años bajo control de cambio, empezar a cobrar en billetes verdes implica un complejo engranaje para bancos y prestadores turísticos, pues el Ejecutivo prohíbe los pagos en efectivo en dólares. De hecho, el plan establece que los turistas extranjeros “únicamente” pueden pagar en dólares sus hoteles y transportes a través de tarjetas de débito, crédito o transferencias en el exterior. Y que ese dinero debe entrar a cuentas en dólares abiertas por los prestadores turísticos en bancos venezolanos controlados por el Banco Central.

Según las últimas cifras oficiales, cerca de un millón de extranjeros visitaron Venezuela en 2014. Si gastan unos cien dólares diarios durante una semana, el ingreso podría bordear los US$ mil millones al año, cuando sólo las deudas comerciales de Venezuela suman US$ 12.500 millones. Pese a tener una geografía privilegiada con playas paradisíacas, montañas y el salto de agua más alto del mundo, Venezuela ve frenada la llegada de turistas por la inseguridad y la economía. Hasta ahora, excepto en algunos complejos del archipiélago Los Roques o en cadenas internacionales, los turistas pagaban en bolívares comprados en el mercado negro, con una tasa de cambio más ventajosa.

Aunque hasta 2015 algunos viajeros reportaban haber vivido a cuerpo de rey con cien dólares durante un mes, hoy la inflación ya se siente en los bolsillos extranjeros. Pero “el control de cambio estalló”. Ya es insostenible y lo que estamos viendo es una ventana que “no va a cambiar nada sustancialmente”, estima Angel García Banchs, director de Econométrica. La medida podría tener, además, un efecto búmeran. “Para el turista será una desventaja ese arbitraje entre la tasa oficial y la paralela, y alguno lo pensará antes de venir”, apunta Asdrúbal Oliveros, director de la consultora Ecoanalítica.

 

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