España celebra a lo grande los 80 años del «Guernica»
El Museo Reina Sofía, de Madrid, donde se encuentra el cuadro convertido en símbolo universal, recordará la obra del pintor Pablo Picasso hasta septiembre.
Foto: Museo Reina Sofía [ Ver fotogalería ]
Para celebrar los 80 años de la creación del «Guernica», de Pablo Ruiz Picasso, Madrid abre este 5 de abril una una exposición que muestra la transformación que experimentó el trabajo del artista hasta la realización del mural. La gran exposición «Piedad y terror en Picasso. El camino a «Guernica», se podrá ver en el Museo Reina Sofía, donde se encuentra el cuadro convertido en símbolo universal, hasta el 4 de septiembre de 2017.
La muestra reúne una selección de 180 obras desde los años 20 del siglo pasado hasta la realización del mural en 1937. Las obras proceden de los fondos del Reina Sofía, de colecciones privadas y de más de 30 instituciones de todo el mundo. De la exposición se desprende que no habría sido posible concebir el Guernica, el cuadro inspirado en los bombardeos el 26 de abril de 1937 sobre Guernkia, en el País Vasco, por parte de la Legión Condor alemana, sin sus trabajos anteriores. Picasso, que se había comprometido con la República en enero de aquel año, se conmocionó por la matanza en aquella ciudad, que no conoció jamás.
La muestra comienza con naturalezas muertas e interiores de los años 20 en las que el artista abre la puerta al «miedo, el horror y la monstruosidad», decía el comisario T.J. Clark al diario El País. Hay un cuadro esencial, «Las tres bailarinas» (1925) , con tres figuras de mujer que ya no son sinónimo de belleza sino de terror, que «sirve de punto de partida. Es ahí donde entran en su arte el miedo, el terror y la deformidad, que no habían interesado a Picasso hasta entonces», explica. Clark apunta que «aquella fue su forma de reaccionar al siglo XX, que es el tiempo de los asesinatos en masa y los bombardeos sobre civiles».
Estos primeros cuadros de los años 20 dan paso a la forma en que el artista abordó la violencia con retratos e interiores realizados al comienzo de la Segunda Guerra mundial. El Guernica, dijo Clark, que el artista pintó a ritmo febril en tres meses,»no es propaganda barata, con buenos y malos» y en el mural «él supo identificar en ese sufrimiento la esencia de la guerra moderna». La gente, agrega, «vuelve al Guernica porque aún nos mienten acerca de lo que el poder es capaz de hacer con nosotros».
| Nota publicada el 5 de abril de 2017