Guía | Las iglesias históricas de Buenos Aires

Numerosas iglesias del casco histórico de la Ciudad de Buenos Aires esperan a peregrinos y turistas en un recorrido que permite reconocer la historia y la variedad arquitectónica de la capital argentina.

Ficha

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Numerosas iglesias del casco histórico de la Ciudad de Buenos Aires esperan a peregrinos y turistas en un recorrido que permite reconocer la historia y la variedad arquitectónica de la capital argentina. En pocas cuadras aparecen la Catedral Metropolitana, la iglesia de San Ignacio -el edificio más antiguo de la ciudad y recientemente reconstruido-, los conventos de Santo Domingo, la iglesia de San Francisco, la iglesia de La Merced, el convento de San Ramón Nonato y la iglesia de San Juan Bautista, donde se luchó en el final de las invasiones inglesas.

Pero en este espacio de la ciudad también se pueden encontrar otros templos -no católicos- de gran belleza arquitectónica, como son la iglesia Presbiterana, en la avenida de Mayo y Perú; la iglesia dinamarquesa, en la calle Carlos Calvo, y el templo de la iglesia Ortodoxa Rusa, con sus reconocibles cúpulas doradas en el barrio de San Telmo, frente al Parque Lezama. Asimismo, junto a la iglesia de la Merced, sobre la calle Reconquista, se encuentra el convento de San Ramón Nonato, con su patio como oasis en medio de la city porteña, en el que se puede almorzar y visitar su oratorio.

El edificio más antiguo de la ciudad, según la documentación existente, es la iglesia de San Ignacio, que hoy luce reconstruida luego de que en 2004 casi se cae todo su frente y parte de su nave norte por una filtración de agua en los túneles históricos, donde dice una leyenda que fue escondido el cadáver del orador de la Revolución de Mayo, Juan José Castelli, cuyo paradero se desconoce.

El templo construido en 1675 por los jesuitas tiene el privilegio de ser el primer lugar donde se tocó el Himno Nacional, luego de la casa de Mariquita Sánchez de Thompson, debido a que Blas Parera era su organista, por lo que los revolucionarios no tuvieron más que cruzar la calle Bolívar para cantarlo ya que se reunían en el Café de Marcos, hoy la librería del Ávila.

El general Manuel Belgrano vivía en la otra cuadra de donde hoy descansan sus restos -iglesia de Santo Domingo– y la salida de su casa sobre la calle Venezuela era vecina a la de Santiago de Liniers, a quien acompañó para hacer frente a las Invasiones Inglesas. Allí, el 4 de febrero de 1852, Sarmiento exigió a los curas que le entreguen al jefe de la caballería rosista, Martín de Santa Coloma, para llevárselo a Francisco Seguí, quien se vengó del robo de una novia con su muerte y después lo decapitó.

El templo de San Juan Bautista, sobre Alsina y Tacuarí, también evoca a las Invasiones Inglesas, ya la segunda terminó en sus fondos porque los británicos se refugiaron allí de los defensores de la ciudad. En Bartolomé Mitre 896 está la Iglesia de San Miguel, primer enterratorio de pobres de la ciudad, y uno de los límites de la vieja Buenos Aires, que perdió su categoría de orfanato por orden de Bernardino Rivadavia, quien creó la Casa de los Niños Expósitos, mucho más afuera, donde hoy está la Casa Cuna.

Para mayor información sobre los templos históricos se puede consultar el sitio: Historia de Parroquias de Buenos Aires, de la Comisión de Investigaciones Histórico Eclesiásticas del Arzobispado de Buenos Aires, de gran valor para turistas y locales. En tanto, la Catedral Metropolitana, que tuvo un par de construcciones hasta su definitivo perfil arquitectónico, guarda los restos del Padre de la Patria, el general José de San Martín, y es un lugar obligado no sólo por su valor histórico sino por encontrarse ubicada en el epicentro de los grandes acontecimientos históricos del país.

GEOLOCALIZACIÓN

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