La costa de Chubut da la bienvenida a las ballenas

La Ballena Franca Austral es uno de los mamíferos más grandes de todo el mundo y admirarlas es un espectáculo inolvidable. Llegan en mayo y se quedan hasta diciembre.

Es en el mes de mayo cuando empiezan a llegar los primeros ejemplares de ballenas a las cercanías de Puerto Madryn y se quedan en la zona hasta mediados de diciembre. (Fotos: madryn.travel) [ Ver fotogalería ]

No hay forma de no verlas: mientras se camina por la rambla o hasta el final del puerto de Madryn; desde el avión a minutos de aterrizar en el aeropuerto de la ciudad o desde la ventana de los hoteles ubicados frente al mar; en las playas de la ciudad y de El Doradillo; en los barcos, catamaranes, gomones y submarinos que recorren el Golfo Nuevo y todo el perímetro de Península Valdés.

Sus colas asoman y golpean el mar con fuerza, los chorros rompen el silencio patagónico en cada respiración, las manchas oscuras, salpicadas con callos blancos acá y allá, se acercan y nadan por debajo de las embarcaciones, como jugando a las escondidas con quienes las visitan. Declarada Monumento Natural Nacional en 1984, la Ballena Franca Austral es uno de los mamíferos más grandes de todo el mundo: un macho promedio mide unos 15 metros de largo y pesa alrededor de 50 toneladas.

Es en el mes de mayo cuando empiezan a llegar los primeros ejemplares de ballenas a las cercanías de Puerto Madryn, en la provincia de Chubut, y se quedan en la zona hasta mediados de diciembre. En esos meses, aprovechan las aguas calmas de los golfos Nuevo y San José para reproducirse, dar a luz y acompañar a sus ballenatos en las primeras incursiones por el fondo del mar.

 

 

Por sus condiciones naturales, Península Valdés fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1999, y fue elegida por la revista National Geographic como uno de los 10 mejores lugares de todo el mundo para ver ballenas. En este sentido, mientras dura la temporada, las “Gigantes de Valdés” se cuentan de a cientos, lo que garantiza avistajes dinámicos, de varios ejemplares, en diversas situaciones y comportamientos.

A sólo 15 kilómetros de la ciudad, el Área Natural Protegida El Doradillo es uno de los mejores lugares para ver de cerca las rutinas de cortejo, nacimientos y cómo las ballenas madres les enseñan a nadar a sus crías de una punta a la otra de la playa. De acceso libre y gratuito, es un espectáculo único en el mundo que se recomienda maridar con unos mates y canasta de picnic.

El avistaje costero es una experiencia totalmente diferente, complementaria, a los avistajes embarcados que se ofrecen en Puerto Pirámides, el único pueblo dentro de la reserva natural Península Valdés. En lanchas, gomones y catamaranes, estas excursiones se extienden una hora y media aproximadamente, se pueden durante el día o bajo la luz del atardecer, y son acompañadas por guías de naturaleza con muchísimo conocimiento en la materia, expertos en divisar ballenas a lo lejos. (Hasta el 31 de agosto, el costo de las excursiones regulares es de $ 1150, y $ 575 para menores de entre 5 y 12 años).

 

 

En el camino de ida o vuelta de Península, se recomienda visitar el Centro de Interpretación Istmo Ameghino, donde hay información didáctica sobre la flora y fauna de la zona, ilustraciones y hasta una réplica a escala de una ballena.

Una de las últimas propuestas turísticas que surgió en relación a las ballenas es la del semisumergible «Yellow Submarine» ( $ 2.300 los adultos, y $ 1150 para niños de 4 a 12 años; www.yellowsubmarinearg.co). Única en el mundo entero, se trata de la primera embarcación diseñada especialmente para avistar ballenas, que permite a los pasajeros observar a las ballenas tanto en superficie, desde la cubierta superior, como desde la cabina submarina, a través de las 40 ventanas que tiene bajo el nivel del agua. Además, la nave cuenta con hidrófonos para poder escuchar los sonidos que emiten las ballenas.

Sin ser una excursión de avistaje propiamente dicha, las navegaciones del «Regina Australe» por las costas de Puerto Madryn suelen incluir ballenas entre mayo y diciembre. El Regina es un gran catamarán, que ofrece servicio de comidas a bordo y un deck en la cubierta para disfrutar de las vistas y el aire libre los días de sol. (La navegación se extiende 3 horas y cuesta $500, y $400 para menores de 4 a 12 años; www.reginaaustrale.com.ar).

 

 

Puerto Madryn (www.madryn.travel) está ubicado en la Costa Noroeste de la provincia de Chubut, a solo 100 kilómetros de Península Valdés, área natural protegida por UNESCO desde 1999. Se trata de una de las áreas biológicas más destacadas de la costa Patagónica, por la presencia de ballenas francas, elefantes y lobos marinos, pingüinos de Magallanes, delfines, orcas y otras tantas especies de fauna terrestre y flora.

Otros puntos turísticos recomendados en la zona son la Isla de los Pájaros, Puerto Pirámides, Punta Delgada, Caleta Valdés y Punta Norte. Por otro lado, Puerto Madryn fue declarada Capital del Buceo por la cámara de diputados en la Argentina. Además cuenta con un Ecocentro, destinado a la interpretación de ecosistemas, el Museo Oceanográfico y de Ciencias Naturales, y el Museo Municipal de Arte, entre muchas otras alternativas culturales.

 

| Nota publicada el 10 de mayo de 2017

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

siete − seis =