Sin turismo masivo, nacen los safaris de lujo en Zambia
Este país tiene todas las características de África y ofrece experiencias sin atraer a las grandes masas de turistas.
Los safaris en Zambia están menos concurridos. Allí uno puede disfrutar casi en solitario de los encuentros con ñus, cebras, leones, leopardos y jirafas, y de los motivos fotográficos para el regreso a casa. [ Ver fotogalería ]
Entre los países africanos, Zambia no tiene los parques naturales más grandes con gran número de animales, ni las ciudades más animadas o grandes atracciones culturales. Sin embargo, eso es justamente su encanto: el país tiene todas las características de África y ofrece experiencias sin atraer a las grandes masas de turistas. La aventura comienza cuando el hipopótamo se asoma a la ventana y se tira un pedo estruendoso. Es plena noche y no hay iluminación. Luego, oímos de nuevo un crujido, el animal se aleja silenciosamente y se tira al río Zambeze, cerca del «Royal Zambezi Lodge». Quien viaja por Zambia tiene encuentros cercanos con animales salvajes.
El turismo en este país aún está en pañales. Apenas hay elegantes hoteles de clase media. Hay sobre todo campings y cabañas sencillas. Y también lodges de lujo, cuyos precios arracan desde los 500 euros (570 dólares) por noche, que ofrecen todo tipo de confort a turistas exigentes. El Ministerio de Turismo fijó como objetivo convertir a Zambia, a más tardar en 2030, en uno de los cinco principales destinos turísticos de África. Sin embargo, muchos visitantes todavía se preguntan: ¿qué se puede hacer en este país? Y eso que Zambia cuenta con 20 parques nacionales, que abarcan un tercio de la superficie del país.
Y en este país se encuentra también la gran atracción turística de África: las Cataratas Victoria. El río Zambeze, de 1.700 metros de ancho, cae por un corte en el suelo a una garganta de más de 110 metros de profundidad. Tomando en cuenta la altura y la anchura, se forma allí durante la época de lluvias la cortina de agua más grande del mundo. Sin embargo, la mayor parte de las cataratas está situada en el vecino Zimbabue. Es justamente la red turística poco desarrollada en Zambia la que ofrece ventajas a los viajeros. Los lodges en los parques se promocionan aprovechando la ausencia de masas de turistas y la exclusividad de la aventura en la naturaleza. Algunos de esos lodges solo tienen capacidad para un puñado de visitantes.
El turista de élite aterriza en una avioneta en una pista sin asfaltar en medio del parque nacional. No hay ninguna casa ni terminal. Un par de todoterrenos esperan a los nuevos turistas. Los empleados del lodge ofrecen como saludo ponche de frutas. «A veces también hay aquí en el aeropuerto niños boquiabiertos que nunca antes han visto un avión», dice el piloto Sebastian Matla, un holandés que durante mucho tiempo trabajó en Sudáfrica hasta que le dio la espalda, deliberadamente, al turismo de masas.
También los safaris son más solitarios que en un parque como Serengeti, en Tanzania, donde muchas veces se ven hasta diez automóviles alrededor de un par de leones. En Zambia, muchas veces no se ve el segundo coche del grupo hasta la cena, incluso en el parque nacional Lower Zambezi, más concurrido, o en el parque South Luangwa. Aquí, uno puede disfrutar casi en solitario de los encuentros con ñus, cebras, leones, leopardos y jirafas, y de los motivos fotográficos para el regreso a casa.
En cambio, muchas veces la búsqueda de animales tarda más. Para los guías, lograr encuentros con los «big five» -el elefante, el rinoceronte, el búfalo, el león y el leopardo- es todo un desafío. «Solo en la época seca los animales aparecen más en grupos y se juntan en las orillas de los ríos», explica el guía de safari James Chabbuka, de 48 años, quien trabaja para el «Mfuwe Lodge». Sin embargo, James y sus colegas en el parque South Luangwa conocen incluso durante las estaciones más verdes del año los puntos de encuentro preferidos de los animales. Y a través de la radio intercambian las coordenadas. Cuando recibe el aviso, James pisa el acelerador y pasa volando por los caminos polvorientos. A los animales la presencia de los turistas parece molestarles.
Un espectáculo muy especial se desarrolla aquí una vez al año, cuando en el jardín del «Mfuwe Lodge» están maduros los mangos dulces, que atraen a los elefantes de los alrededores. Manadas enteras con sus crías pasan pacíficamente junto a la recepción rumbo a los árboles. ¿Y los turistas? Los llevan a un sitio detrás de los mostradores, desde donde pueden fotografiar muy de cerca a los imponentes animales.
DATA
Cuándo viajar: El clima en Zambia es idóneo para visitar este país en cualquier época del año. Sin embargo, muchos campamentos y lodges están cerrados entre diciembre y abril. La temporada de lluvias es la mejor época para visitar las Cataratas Victoria porque el Zambeze lleva mucha agua en ese período.
Cómo llegar: En avión a Johannesburgo, en Sudáfrica, y desde allí tomar un vuelo a Lusaka, Livingstone o Ndola.
Documentos: Para entrar en Zambia se necesita un pasaporte y un visado. Este último se puede solicitar directamente a la llegada al país o previamente en la embajada de Zambia en el país de origen del turista o por Internet (http://evisa.zambiaimmigration.gov.zm).
Salud: En todo el país existe malaria, por lo que se recomienda encarecidamente vacunarse previamente.
Alojamiento: En los parques nacionales o cerca de ellos hay lodges lujosos cuyos precios arrancan desde los 500 dólares (unos 450 euros) por persona y noche. Generalmente están incluidas las comidas y las bebidas, así como dos actividades diarias, tales como safaris y excursiones en barco. Los lodges de clase media ofrecen chalets a partir de 250 dólares todo incluido. Un lugar en un camping sin servicios extra cuesta al menos diez dólares. Los safaris individuales cuestan unos 50 dólares.
En la web: www.zambiatourism.com