La «máquina andante» que revolucionó al mundo: la bicicleta cumplió 200 años

La ciudad de Mannheim, en Alemania, celebró esta semana la invención de la bicicleta hace 200 años.

Ficha

La ciudad de Mannheim, en Alemania, celebró esta semana la invención de la bicicleta hace 200 años. El centro de esta ciudad en el suroeste alemán se pobló de artistas y músicos callejeros y varios puestos informativos en torno a la bicicleta. Junto a la histórica Torre de Agua de Mannheim, fabricantes de bicicletas mostraban sus novedades.

El inventor alemán Karl Drais presentó el 12 de junio de 1817 por primera vez ante un gran público un artefacto al que dio el nombre de «Laufmaschine» («máquina andante»), considerado el primer prototipo de la bicicleta. Constaba de una rueda trasera y una delantera unidas con un cuadro de madera, un sillín y un manubrio con el cual el conductor se impulsaba con los pies en el suelo y se dejaba rodar.

Drais efectuó ese día el trayecto de ida y vuelta entre Mannheim y la vecina Schwetzingen, unos 14 kilómetros, en menos de una hora y a mayor velocidad que una diligencia. El velocípedo, también conocido como Draisina, no le deparó éxito comercial pero Drais dejó de legado la idea de dos ruedas impulsadas por la fuerza muscular que conquistó el mundo de forma paulatina.

En 1839, el herrero escocés Kirkpatrick Macmillan incorporó pedales de metal a la drasina alemana, pero el verdadero despegue se produjo gracias a los franceses Pierre y Ernest Michaux, que presentaron en la Exposición mundial de París en 1867 un velocípedo con propulsión delantera.

En 1879, el británico Henry John Lawson inventó la propulsión por cadena para la rueda trasera y en 1885, su compatriota John Kemp Starley patentaba la primera bicicleta con un sistema de cadena integrado a las dos ruedas, frenos y gomas con cámara de aire desarrollados por el irlandés John Boyd Dunlop. Así se convertía la bicicleta en un medio de transporte masivo.

Pocos años más tarde, en 1903, se celebró la primera edición de la carrera ciclista más conocida del mundo, el Tour de France. El francés Maurice Garin se adjudicó la competición disputada en seis etapas y con un recorrido de 2.428 kilómetros. Una década después, con la llegada de la producción en serie de automóviles en la empresa estadounidense Ford y la expansión de los automóviles en los países industrializados, la bicicleta comenzó a ser más y más un artículo de ocio.

Desde entonces fueron lanzados los más diversos modelos además de los más comunes que son la bicicleta doméstica, la de carrera y la de montaña. Hay bicicletas para carga, tándem, bicis reclinadas y triciclos. Desde finales del siglo XIX fueron patentadas bicicletas con propulsión eléctrica, pero las llamadas «e-bikes» o «Pedelecs» se impusieron recién a partir de los 1990 con el desarrollo de baterías de alto rendimiento.

La alta tecnología también desembarcó en el mundo ciclista. Hay potentes faros de luz LED capaces de encandilar a automovilistas, sistemas de control de presión de ruedas que pueden ser leídos a través de una aplicación en el teléfono inteligente y hasta sistemas de cambios inalámbricos.

 

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