6 nuevos patrimonios de la Humanidad que valen la pena conocer
Entre ellos encontramos el parque nacional Los Alerces, en Chubut, y una isla japonesa donde las mujeres están vetadas. Brasil incluyó en la lista al mayor puerto de esclavos que hubo en América.
Isla de Okinoshima (Japón). La isla es considerada un sitio sagrado en Japón y entre sus reglas se encuentra la de no permitir el acceso a mujeres. Solo 200 hombres (una vez al año, en mayo) pueden visitar esta isla al suroeste de Japón. (Foto: Japan Times) [ Ver fotogalería ]
El Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco se reunió en Cracovia para seleccionar a los nuevos sitios patrimonio de la Humanidad, los cuales este año suman 21 (18 culturales y 3 naturales). Entre ellos se encuentra el Parque Nacional Los Alerces, en la Patagonia argentina, y la designación obliga a los distintos países a proteger los sitios y preservarlos para las generaciones futuras.
Estos son 5 de los nuevos sitios patrimonio de la Humanidad que valen una visita:
El mayor puerto de esclavos de América
El Cais do Valongo es hoy un área arqueológica de unos 4.000 metros cuadrados enclavada en el centro de Río, a un centenar de metros del océano Atlántico. En el lugar se puede ver el suelo empedrado típico de la época en la que se construyó el muelle, habitual también de varias calles y esquinas en esa zona histórica de la ciudad.
Desde 1774, la llegada de esclavos se concentró en la zona conocida como la playa de Valongo, donde estaba instalado el mercado para la trata de personas. Un 60 por ciento de los africanos llevados a Brasil entró por Cais do Valongo, el antiguo puerto de esclavos de Río de Janeiro, entonces la capital de la principal colonia portuguesa. La ciudad recibió hasta un millón de africanos durante varias décadas de los siglo XVIII y XIX y muchos de ellos eran trasladados luego a las plantaciones de café, tabaco y azúcar en otras regiones del vasto país sudamericano.
El «cais», el muelle, fue construido en 1811. La terminal fue desmantelada 20 años después, cuando se prohibió formalmente el comercio de esclavos, aunque los barcos cargados de africanos siguieron llegando durante un buen tiempo más. «Es un reconocimiento al lado más oscuro de nuestra historia», la secundó Mónica da Costa, superintendente en Río del Instituto de Patrimonio Histórico y Artístico Nacional.
«Estos vestigios arqueológicos constituyen la huella física más importante del arribo forzoso de esclavos de África al continente americano«, explicó la agencia de la ONU sobre su decisión. En las calles vecinas está también la Pedra do Sal, el antiguo desembarcadero de sal, hoy escenario de una de las fiestas callejeras de samba más famosas de la ciudad. En los últimos tiempos, la metrópoli parece haber empezado a cuidar mejor la memoria de sus raíces africanas.
El Cais do Valongo fue redescubierto en 2011, durante los trabajos de excavación para la modernización de la zona portuaria para los Juegos Olímpicos de 2016. En el lugar se encontraron amuletos, pulseras y otros objetos originarios del Congo, Angola y Mozambique. Muchos descendientes de esclavos esperan ahora que el título de Patrimonio Mundial dé un nuevo impulso a la reivindicación de la herencia africana en un país en el que la mitad de la población es mulata o de raza negra.
| Dato: Río de Janeiro había declarado a Clais do Valongo sitio patrimonio de la ciudad en 2013, el mismo año en que la Unesco lo convirtió en estación de «La Ruta del Esclavo» global.
Una ciudad en el corazón del conflicto
La ciudad vieja de Hebrón (Al-Khalil en árabe) en la Cisjordania palestina, fue declarada Patrimonio de la Humanidad al mismo tiempo que la Unesco la colocaba en su lista roja de sitios culturales en peligro. En la ciudad más grande de Cisjordania y la segunda de Palestina después de Gaza viven actualmente más de 200.000 palestinos y unos 800 colonos judíos, divididos en dos sectores.
Construida en piedra calcárea durante el periodo mameluco, entre 1250 y 1517, la ciudad vieja de Hebrón se convirtió en lugar de peregrinación de judíos, cristianos y musulmanes gracias a la Mezquita Al Ibrahim o Tumba de los Patriarcas, edificada en un recinto del siglo I que servía para proteger las tumbas de Abraham y sus familiares.
En la Tumba de los Patriarcas se supone que esta enterrado Abraham, considerado el antecesor común de la religión judía y el islám, junto con su esposa Sara. En el mismo lugar, según la tradición, estarían enterradas también otras parejas bíblicas como Rebeca e Isaac. Durante los tiempos del rey Herodes se construyó un monumento cuadrangular alrededor de la tumba y posteriormente los musulmanes edificaron la que es conocida como la mezquita de Ibrahim, el nombre árabe para Abraham.
La isla donde están prohibidas las mujeres
Situada a 60 km de la isla de Kyushu, en el occidente de Japón, la isla de Okinoshima cuenta con tres de los lugares sagrados pertenecientes al Gran Santuario de Munakata, y reúne más de 80.000 ofrendas realizadas a los dioses sintoístas del mar. Es un ejemplo «excepcional de la tradición de culto de una isla sagrada«, explica la Unesco sobre su selección.
En la decisión influyó que los sitios arqueológicos se conservaron «prácticamente intactos« y la influencia histórica que tuvieron los utensilios usados en las ofrendas de devoción realizados en la isla. Estos instrumentos dan fe del intenso intercambio cultural temprano entre el archipiélago japonés, la península coreana y el continente asiático.
La isla es considerada un sitio sagrado en Japón y entre sus reglas se encuentra la de no permitir el acceso a mujeres. Solo 200 hombres (una vez al año, en mayo) pueden visitar esta isla al suroeste de Japón, antes de lo cual deben bañarse desnudos para purificarse. Los privilegiados no pueden comer carne de animales de cuatro patas durante su estancia, llevarse con ellos nada de la isla -ni siquiera una pequeña piedra o una brizna de hierba- o hablar de Okinoshima una vez que la abandonan.
Las posibles explicaciones del por qué las mujeres no son bienvenidas aquí se remontan a la creencia de que son impuras por su ciclo menstrual o de que los viajes a Okinoshima eran peligrosos para ellas y los hombres tenían que protegerlas. Pero no es una cuestión de discriminación sexual, ya que no cualquier hombre puede visitar la isla. Tadahiko Nakamura, jefe de la Cooperaiva de Pesquería de Munakata, dijo que le preocupaba que el lugar se viera inundado de turistas y añade: «No queremos que la gente se acerque a los dioses sin la debida reflexión«.
| Dato: Aunque la presencia en el listado de Patrimonios de la Humanidad normalmente se traduce en un mayor número de visitantes interesados en el lugar, no hay planes de abrir la isla al público y mucho menos a los turistas.
La Roma de África
Los eritreos siempre han dicho que no hay en África otra ciudad como Asmara. La capital de Eritrea está situada a más de 2.000 metros sobre el nivel del mar. Comenzó su desarrollo a partir de 1890 como un puesto militar de Italia y su poder colonial. «Después de 1935, Asmara se sometió a un programa de construcción a gran escala«, explica la Unesco.
Las construcciones tuvieron clara influencia del racionalismo italiano el que se vio reflejado en edificios gubernamentales, residenciales y comerciales, además de iglesias, mezquitas, sinagogas, cines y hoteles. «Es un ejemplo excepcional de urbanismo modernista temprano a principios del siglo XX y su aplicación en un contexto africano», destacó la Unesco.
Eritrea fue una colonia italiana hasta 1941, bajo la dictadura fascista de Benito Mussolini. La arquitectura futurista de Asmara se remonta en gran medida a aquella época. Los arquitectos cuyos proyectos no eran aceptados en las conservadoras ciudades de Europa emigraron hacia Asmara. En esa época, la mitad de sus habitantes eran italianos y a Asmara se la llamaba “Piccola Roma” o “Pequeña Roma”.
El ancestral reino del Kongo
Situados en una meseta a 570 metros de altura sobre el nivel del mar, los vestigios de Mbanza Kongo, capital del antiguo Reino del Kongo (Angola) son «el lugar de todo el África Subsahariana que mejor ilustra los profundos cambios ocasionados por la implantación de los portugueses y del cristianismo en la parte central del continente africano», subrayan los expertos.
Esta ciudad fue la capital política y espiritual del Reino del Kongo, uno de los mayores Estados estructurados del África Austral entre los siglos XIV y XIX de nuestra era. El centro histórico de Mbanza Kongo se fue extendiendo en torno al palacio real, la residencia del soberano, el tribunal consuetudinario, los recintos funerarios de la realeza y el árbol sagrado.
A su llegada en el siglo XV, los portugueses añadieron a la ciudad indígena, construida con materiales autóctonos, edificios de albañilería construidos al estilo europeo. El paisaje cultural de los khomani, en Sudáfrica, constituye una gran extensión de dunas que contiene vestigios de ocupación humana desde la Edad de Piedra hasta nuestros días y está asociada con la cultura de los khomani san, señala el comité.
Así, este paisaje cultural, que se sitúa en la frontera con Botsuana y Namibia, en la parte septentrional del país, y que comprende una vasta zona que coincide con la del parque nacional Kalahari Gemsbok, «refleja el modo de vida que predominó en la región durante milenios y da forma al sitio». El pueblo de los khomani, antaño nómada, elaboró estrategias de subsistencia para hacer frente a condiciones ambientales extremas.
Una joya de la Patagonia argentina
Ubicado en la patagónica provincia argentina de Chubut, el Parque Nacional Los Alerces fue declarado Patrimonio Mundial por albergar un bosque milenario. El alerzal posee un valor universal excepcional, ya que es la segunda especie viviente más longeva del planeta. El sitio abarca 188.379 hectáreas, de las cuales más de 7.000 protegen bosques milenarios de alerces, con ejemplares que alcanzan 2.600 años de existencia.
El Parque se encuentra en el noroeste de la provincia de Chubut, unos 1.900 kilómetros al suroeste de Buenos Aires, sobre el límite internacional con Chile, y forma parte de la Reserva de Biósfera Andino Norpatagónica destacada por Unesco. Esta reserva es integrada además por los parques nacionales Lago Puelo, Nahuel Huapi, Los Arrayanes y Lanín y por territorios provinciales de Río Negro y Chubut.
Otra característica distintiva de Los Alerces es que representa una parte clave para conservar los ecosistemas boscosos de la porción más austral y oriental de los Bosques Templados Valdivianos, una ecorregión considerada por los científicos como prioritaria y sobresaliente para la conservación a escala mundial.
| El dato: La Unesco ya había declarado anteriormente como Patrimonio Mundial de la Humanidad los parques nacionales argentinos Los Glaciares, en 1981; Iguazú, en 1984, y Talampaya, en el año 2000.
El Parque Los Alerces, joya de la Patagonia y (desde ahora) Patrimonio Mundial https://t.co/S7PTZb12U3 pic.twitter.com/Kv9FDsGobg
— Turismo / Perfil.com (@perfiltur) July 8, 2017
Esa isla de Japòn que no pueden ir mujeres, hay en el mundo costumbres raras, la maravilla del mundo son las mujeres, sin ellas no interesa nada, me lo dice la experiencia de vida que tengo.