Un censo ballenero contó más de 640 ejemplares en la costa de Chubut
Los grupos de ballenas se concentran usualmente entre El Doradillo y Puerto Pirámides, en el Golfo Nuevo, y entre Playa Bengoa e Isla de los Pájaros, en el Golfo San José.
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| Noticia publicada el 11 de agosto de 2017
La ballena franca austral es la «reina» de las costas patagónicas entre los meses de mayo y septiembre y miles de turistas se aproximan hasta la provincia de Chubut cada año para poder ver lo que constituye todo un espectáculo natural. Este año, se realizó el primer censo aéreo en las costas de Chubut que contabilizó entre 640 y 650 ballenas adultas, juveniles y crías.
Los grupos de ballenas se concentran usualmente entre El Doradillo y Puerto Pirámides, en el Golfo Nuevo, y entre Playa Bengoa e Isla de los Pájaros, en el Golfo San José. En el conteo sorprendió la gran cantidad de crías, ya que se distinguieron por lo menos 140. Estos datos fueron aportados por el Centro para el Estudio de Sistemas Marinos (CESIMAR) del Cenpat, que depende de CONICET.
Por otro lado, también desde el aire, el reportero gráfico madrynense Maxi Jonas capturó por primera vez, con una transmisión en vivo con un drone, la cópula entre ballenas. Aparearse, dar a luz y y acompañar a sus ballenatos en las primeras incursiones por el fondo del mar, son las razones que motivan a las ballenas a instalarse en las cercanías de Península Valdés entre junio a diciembre.
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Publicado por Maxi Jonas FOTOS en lunes, 7 de agosto de 2017
A sólo 15 kilómetros de la ciudad, el Área Natural Protegida El Doradillo es uno de los mejores lugares para ver de cerca las rutinas de cortejo, nacimientos y cómo las ballenas madres les enseñan a nadar a sus crías de una punta a la otra de la playa. De acceso libre y gratuito, es un espectáculo único en el mundo que se recomienda maridar con unos mates y canasta de picnic.
El avistaje costero es una experiencia totalmente diferente, complementaria, a los avistajes embarcados que se ofrecen en Puerto Pirámides, el único pueblo dentro de la reserva natural Península Valdés. En lanchas, gomones y catamaranes, estas excursiones se extienden una hora y media aproximadamente, se pueden durante el día o bajo la luz del atardecer, y son acompañadas por guías de naturaleza con muchísimo conocimiento en la materia, expertos en divisar ballenas a lo lejos.
En el camino de ida o vuelta de Península, se recomienda visitar el Centro de Interpretación Istmo Ameghino, donde hay información didáctica sobre la flora y fauna de la zona, ilustraciones y hasta una réplica a escala de una ballena.
Una de las últimas propuestas turísticas que surgió en relación a las ballenas es la del semisumergible Yellow Submarine. Única en el mundo entero, se trata de la primera embarcación diseñada especialmente para avistar ballenas, que permite a los pasajeros observar a las ballenas tanto en superficie, desde la cubierta superior, como desde la cabina submarina, a través de las 40 ventanas que tiene bajo el nivel del agua. Además, la nave cuenta con hidrófonos para poder escuchar los sonidos que emiten las ballenas.