Bogotá abrió un museo del delito: desde Pablo Escobar hasta Odebrecht
La muestra de la Fiscalía General de Colombia exhibe objetos relacionados con los narcos y la corrupción politica. Desde la persecución del narcotraficante Escobar hasta el caso de la compañía brasileña Odebrecht.
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Desde este año Bogotá (Colombia) dispone del museo del delito, una exhibición de docenas de objetos incautados durante los últimos 25 años por la Fiscalía General de Colombia. La muestra exhibe objetos relacionados con la persecución del narcotraficante Pablo Escobar hasta el caso de la compañía brasileña Odebrecht. Ubicada en el centro de la capital colombiana, la muestra de la Fiscalía (de entrada gratuita) exhibe los “trofeos” más representativos incautados al crimen desde 1992.
La edificación de nueve pisos destinó un espacio de más de 1.500 metros cuadrados para exhibir radioteléfonos, celulares, computadoras, casettes, uniformes, fotografías, armas, archivos o programas, entre otras evidencias. Cinco salas pintadas de blanco, con gran iluminación y un extenso piso de madera parecen no ser suficientes para albergar esas evidencias contra el narcotráfico, los grupos guerrilleros y paramilitares y la corrupción de la clase política.
“Tenemos exhibidos el maletín marca Cartier que le fue incautado al contador del cartel de Cali (el chileno Guillermo Palomari) y algunos de los tantos cheques girados por el narcotráfico a congresistas y funcionarios del país”, explica la vocera del museo, Paula Guerrero. Las cifras reflejadas en los cheques, que aún después de varias décadas siguen representando una buena cantidad de dinero, fueron repartidas a los políticos en los años 90 y pusieron en problema al presidente Samper, que siempre defendió su inocencia.
Hay, además, una sala dedicada al narcotráfico, desde la producción de drogas hasta su comercialización. Hay un laboratorio de procesamiento de hoja de coca, así como los mecanismos de camuflaje de drogas más usados por los traficantes y las máquinas falsificadoras de moneda. Allí destaca una de las motos acuáticas que tuvo alguna vez Pablo Escobar, quien libró una guerra directa contra el estado colombiano en los 80 y 90 hasta su asesinato en 1993.
La Fiscalía guardó para el final de la exhibición “el muro de la corrupción”, en el que da detalles de las investigaciones más recientes sobre políticos y funcionarios que, aprovechando sus cargos, recibieron dádivas en adjudicaciones de contratos, como el caso de la multinacional brasileña Odebrecht. “Tenemos el teléfono móvil del ex congresista Otto Bula”, explica Guerrero. “De allí ya se extrajeron todos los datos que la Fiscalía necesitó para inculparlo de haber recibido un soborno de más de 4 millones de dólares de parte de Odebrecht entre 2013 y 2014”.