GOURMET
Buenos Aires se convierte en meca de la hamburguesa «estilo Nueva York»
Las hamburgueserías «onda Nueva York» brotan por toda la ciudad y ya desbordaron ampliamente los límites de Palermo.
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Buenos Aires, la capital mundial del asado, reúne cada vez más seguidores de la hamburguesa hasta el punto de convertirla en un nuevo icono de fast-food gourmet. Las hamburgueserías «onda Nueva York» brotan por toda la ciudad y ya desbordaron ampliamente los límites de Palermo para llegar a los rincones menos sospechosos de congraciarse con tendencias que renueven el clásico bife o la omnipresente milanesa.
La tendencia viene acompañada por el crecimiento de las cervecerías artesanales, protagonistas de un auténtico boom que ya reúne entre 1.500 y 2.000 productores en todo el país, según dijeron a la prensa fuentes de la Cámara Argentina de Productores de Cerveza Artesanal (aunque junto a quienes elaboran por hobby el número llega a unos 6.000). Si el año pasado las cámaras del sector (AHRCC y UTHGRA) denunciaron el cierre de cientos de restaurantes, incluidos algunos de los más tradicionales de la ciudad, simultáneamente se registró la apertura de decenas de hamburgueserías.
«Williamsburg», con nombre neoyorquino y en el corazón del polo gastronómico de Palermo, ganó este año el concurso a la Mejor Hamburguesa de la Ciudad, votada por los propios consumidores en el concurso de BA Capital Gastronómica. Resultó triunfante su apuesta informal con hamburguesas generosas, hechas a la parilla con carne vacuna, pollo o cerdo, o bien en su variante vegetariana, siempre encerradas en pan brioche casero. «Williamsburg» adopta el refill de gaseosas, poco habitual en Buenos Aires, junto con la coctelería y la cerveza tirada. Y como acompañamiento se llevan las palmas el huevo frito, la panceta, el queso azul y las cebollas caramelizadas.
Siempre en Palermo, en menos de dos años «The Burger Company» se convirtió en otro clásico, gracias a sus medallones de carne acompañada con pan casero y una auténtica bomba calórica de sabor en la forma de doble panceta y doble cheddar, huevo frito, guacamole, salsa tabasco o queso azul. Pero si la idea es cuidar la línea, además de resistir la tentación de los aros de cebolla o los bastones de mozzarella, aparece la hamburguesa veggie con medallón de garbanzos y hasta un reemplazo del pan por hojas de lechuga que envuelven la carne.
Mientras tanto en el Microcentro, «Deltoro Burgers» se presenta como un «fast food gourmet» que invita a entrar con un gran jardín vertical para animarse a las hamburguesas premium de 160 gramos, elaboradas con carne vacuna, cerdo, pollo, cordero, salmón o quinoa. Además de convivir entre los panes con cebolla morada, lechuga, queso brie o berenjenas asadas, ocupan el plato el clásico acompañamiento de papas fritas soufflé o bastón. Pero si se necesita una dosis de porteñidad tradicional, Deltoro ofrece también el clásico bife de chorizo, con casi medio kilo de carne Angus y el clásico chimichurri casero que acompaña desde siempre la carne argentina.
La tendencia no conoce límites: la hamburguesería «Mi Barrio» nació en Palermo Soho y se expandió a la Recoleta, Belgrano, Colegiales y Villa del Parque, para implantarse incluso en la provincia andina de Mendoza. Francis Platz lleva una propuesta de inspiración alemana al barrio BaNu, el nuevo polo gastronómico del Bajo Núñez, en la zona norte de la ciudad, Burger Joint se impone en Palermo entre los pioneros con una marca local idéntica a otra neoyorquina, y Tierra de Nadie logra, desde su local del barrio de Caballito, las deseadas cinco estrellas en Trip Advisor.
La movida de las hamburguesas se puede seguir incluso en el blog burger-life.com, y alcanza incluso a uno de los chefs argentinos más renombrados en el mundo: Mauro Colagreco, creador de Mirazur, situado en la Costa Azul francesa y premiado con dos estrellas Michelin, además de ser cuarto en la lista de los World’s 50 Best Restaurants y reconocido por la guía Gault & Millau. El año pasado, Colagreco abrió en La Plata -a 50 kilómetros de Buenos Aires- el primer local de su hamburguesería, «Carne», al que siguieron otro en Olivos, en la periferia norte de Buenos Aires (que se dio a conocer con una mediática visita del presidente argentino Mauricio Macri), y un tercero en el histórico barrio de San Telmo.