Las ventajas de viajar en un crucero

Por Germán Angeli (*)

Desde el momento en que el enorme buque surca las aguas del Atlántico, comienzan las vacaciones. En el medio de la inmensidad del océano, los turistas disfrutan de las piscinas, la música y los tragos. Una estadía en un buque como el Grand Celebration de Ibero Cruceros, entre Salvador de Bahía y Buenos Aires, combina varios atractivos.

“La gente viene a divertirse. Antes el crucero era para relajarse, pero ahora está cambiando el concepto”, señala David García, director de hotel del crucero, quien agrega que el crecimiento de este tipo de viajes es “abismal”. “Para 2012 estimamos un incremento del 20% acumulado al 35% de este año”, añadieron fuentes de la empresa Grupo Costa.

Los valores van desde 600 a 3 mil dólares y dependen de los camarotes, época del año y destinos. A medida que el barco se va ocupando, los precios aumentan. El circuito de fin de año y los cruceros de enero son los favoritos.

“El argentino analiza números y tiene en claro lo que conviene”, señalan. “Antes estaban 15 días en un mismo lugar y ahora prefieren conocer más lugares con un solo check in.
El Grand Celebration llegó a Buenos Aires desde Barcelona, luego de 19 días de navegación y de pisar tierra en Salvador de Bahía, Ilhéus, Río de Janeiro y Santos, playas de Brasil, con atractivos diferentes.

Salvador es un viaje en el tiempo y la cultura originaria. Música, capoeira, Jorge Amado, museos y cultura africana, todo reunido en un mismo lugar. Además de una gastronomía que mezcla tradiciones portuguesas, africanas e indígenas.

En menos de 24 horas el barco llega a Ilhéus, otra ciudad del estado de Bahía dedicada tradicionalmente a la producción de cacao. La Praia dos Milionarios es una de las mejores: amplia, con agua cálida y paradores para comer y beber a buen precio.
Para los que no conocen Río de Janeiro, la estadía en la ciudad es corta, pero alcanza para conocer El Corcovado y el Pan de Azúcar.

Al amarrar en el puerto de Santos, el mayor de Sudamérica, hay dos posibilidades: conocer la ciudad –que tiene playas atractivas– o tomar una excursión hasta Guarujá, una isla a 13 kilómetros, destino favorito de los paulistas.

Relax o diversión
A bordo de un crucero, el pasajero decide. Puede descansar en la piscina o participar de actividades para escaparle al aburrimiento. Una nave como el Grand Celebration cuenta con teatro, shows de música, magia, humor, casino, bingo, discoteca y bares con números en vivo. Y para los cuidados personales, gimnasio, spa y belleza. Además, hay biblioteca, sala de juegos y compus para los ciberadictos.

(*) Desde Salvador.