MÉXICO / EN EL PACÍFICO
Oaxaca, la linda
Comen grillos asados; atesoran varios poblados atrapados en el tiempo; y cuentan con el encanto de las 36 playas de Huatulco. Fotos
CENTRAL. Con la Sierra Madre del Sur a sus espaldas, las postales de la capital, Oaxaca, ilustran el corazón del estado. [ Ver fotogalería ]
Por Gustavo Emilio Rosales (*)
La variedad, vitalidad y grandeza de sus tradiciones convierten a Oaxaca en uno de los destinos imperdibles del Sur de México. La capital de esta provincia, Oaxaca de Juárez, está flanqueada por dos notables zonas arqueológicas.
A 40 km al Este se encuentra la más pequeña de ambas, Mitla, famosa por su encanto hechicero y por estar localizada en un poblado atrapado en el tiempo, donde se producen preciosos tejidos de algodón y se fabrica el mezcal: un bravo aguardiente destilado de la planta conocida como agave.
Por el rumbo, se pueden visitar tres notables atracciones turísticas: el árbol sabino bautizado como El Tule, que tiene el tronco con mayor diámetro del mundo (¡53,3 metros!); el poblado de Teotitlán del Valle, donde se fabrican legendarias alfombras de lana; y la zona de cascadas petrificadas conocida como Hierve el Agua.
En el extremo opuesto de la urbe, a diez kilómetros de ella, se localizan las portentosas ruinas de Monte Albán, cuyo espléndido estado de conservación representa los logros culturales de la antigua civilización zapoteca, que desde esa cabecera dominó los extensos valles de la región, 1500 años atrás.
Amparado por una infraestructura hotelera de primer nivel, el visitante de Oaxaca de Juárez debe caminar pausadamente por toda la ciudad, para poder deleitarse con las espléndidas muestras de arquitectura colonial impresas en fachadas, templos y plazas, cuya cima es el portentoso Ex-convento de Santo Domingo de Guzmán, la más imponente y mayor construcción virreinal en pie de América, hoy convertido en centro cultural.
En el paseo, a cualquier hora, tendrá a disposición una oferta gastronómica tan suculenta como diversa y exótica, en la que destacan los platillos elaborados a partir de la popular y espesa salsa conocida como mole, la carne magra (tasajo), las gigantes tortillas crocantes (tlayudas), y las múltiples variedades de tamales.
Hay dos bebidas no alcohólicas que sería imperdonable no degustar: el chocolate disuelto en agua y el exquisito tejate, licuado refrescante de maíz y cacao, que se consigue en el fabuloso Mercado Central, donde también se pueden obtener, a bajo precio, las mejores artesanías nacionales – desde cerámica de barro negro, hasta joyería en oro–, y probar los célebres chapulines, grillos asados, con limón y ají picante.
Aún con el deleite de esta visita en el ánimo, conviene viajar hacia la costa, donde aguardan dos opciones paradisíacas, de Oeste a Este: los resorts de gran turismo de las Bahías de Huatulco y Puerto Escondido, donde se pueden practicar deportes acuáticos de corte familiar; o los discretos y más económicos destinos del corredor costero que, de frente abierto al Pacífico Sur, comienza en Puerto Angel y desemboca en las tentadoras playas de Zipolite –paraíso de surfers y nudistas– y Mazunte, hogar de un importante santuario y museo dedicado a la conservación, exhibición y análisis de las tortugas.
Clima caluroso, sol a pleno y mariscos frescos definen el perfil marítimo del estado. Oaxaca tiene fiestas populares plenas de color y alegría. La más significativa es la Guelaguetza, en la capital, los dos últimos lunes de julio, con la representación de danzantes y músicos provenientes de las ocho regiones del estado.
En el sureste, partido de Juchitán, se destaca la Noche de los Muxes, en la que los hombres del pueblo se visten como mujeres y bailan en las calles comparsas carnavalescas que concluyen con un certamen de belleza, donde lucen la indumentaria tradicional confeccionada en seda y terciopelo, recamada a mano con flores de intenso colorido, que hizo famosa Frida Kahlo: el impactante traje de Tehuana.
(*) Nota publicada en el suplemento Turismo del Diario PERFIL del sábado 28 de julio de 2012
Notas relacionadas
- Sabores y colores de Puebla
- México a puro brindis
- Los Cabos, el paraíso que reúne a los poderosos
- La casa que habla
- Un paraíso oculto a kilómetros de Acapulco
- Un circuito de Tacos en México
- El misterio de Yucatán
- De todo para hacer en Cancún