Hospedarse en Taiwán, bueno y barato
Como en muchas otras ciudades, cerca de la estación ferroviaria de Taipei hay hostels. [ Ver fotogalería ]
Por Alejandro Grimoldi (*)
En los nuevos hostels taiwaneses, por 3 dólares, se puede desayunar todo lo que se quiera en un comedor impecable, para luego volver a una habitación simple, prolija y tecnológica, diseñada con la característica minuciosidad china, que no se permite desatender el servicio por más que cobre 16 dólares la noche.
En Taipei, la capital de la isla díscola, uno de los más conocidos es el Hostal para Mochileros. Cuatro pisos, cada uno con su baño, área de lavandería y salón con wi-fi gratuito, además de una cocina común y máquinas de refrescos y comidas donde se puede conseguir fideos instantáneos por sólo un par de monedas.
Mike Weng, el dueño, trajo la idea de Singapur, adonde viajaba frecuentemente. La relación con su clientela es tan buena que no exige depósitos y, si los huéspedes parten muy temprano y él está durmiendo, confía en que dejarán el dinero dentro de un sobre en una caja de la recepción.
Muchos de estos hostales son temáticos. El Hostal para Soldados Nacionales, por ejemplo, tiene un cañón de 753 mm en el centro del lobby, adorna sus habitaciones con uniformes y cuelga una multitud de cuadros e insignias militares a lo largo de sus pasillos. Además, dan buena comida. Una habitación doble –con desayuno incluido– cuesta 23 dólares por persona.
Pero también está Treasure Hill, el más peculiar: un complejo de rústicos edificios de 4 hectáreas, construido sobre una colina por militares inmigrantes de China continental y declarado sitio histórico. Hoy es una “villa de artistas” y, entre sus edificios, hay dos hostales bien bohemios, que combinan la precariedad original con reformas modernas y creativas.
(*) Nota publicada en el Suplemento Turismo del Diario PERFIL el sábado 4 de agosto de 2012.