El turismo se estanca en España tras varios años de éxitos
Tras la crisis de 2008, la llegada de turistas extraneros siguió cosechando récord tras récord durante varios años, pero ahora las cifras empiezan a provocar preocupación en un sector que parece dormirse.
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Nota publicada el 25/09/2018
En 2013, España adelantó a China en el ránking mundial de países turísticos y se colocó en tercer lugar, solo por detrás de Francia y Estados Unidos. Los casi 6.000 kilómetros de costa del país, sumados a su riqueza cultural, artística, natural y gastronómica atrajeron ese año a más de 60 millones de extranjeros.
El turismo se ratificaba entonces como uno de los grandes motores económicos del país con un importante papel tras la dura crisis que lo asoló a partir de 2008. La llegada de viajeros siguió cosechando récord tras récord durante varios años, pero ahora las cifras empiezan a provocar preocupación en un sector que parece estancarse.
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El Banco de España no descarta que 2018 sea el primer año en una década en el que el crecimiento del turismo sea inferior al del PIB del país, según advirtió hoy el organismo supervisor en un informe.
«Estamos viendo una caída en el número de visitantes que achacamos a varios factores, fundamentalmente por la recuperación relativamente vigorosa de algunos destinos competidores de cuña mediterránea que por problemas seguridad había dejado de ser lugares atractivos«, subrayó en el director de Economía y Estadística del Banco de España, Óscar Arce.
Millones de visitantes, pero no los suficientes
Los datos publicados esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE, estatal) certifican la tendencia. En agosto, en plena temporada alta, las pernoctaciones en hoteles españoles cayeron un 0,6 por ciento, hasta los 46,3 millones, lastradas por el descenso de reservas de turistas extranjeros, que bajaron un 2,9 por ciento. Es el tercer mes consecutivo de caídas y coincide con el verano en España, periodo vacacional por excelencia.
El descenso de pernoctaciones se notó especialmente en viajeros procedentes de Reino Unido y Alemania, los dos principales emisores de turistas a España. En el caso de los alemanes, bajaron más de un 11 por ciento, según datos del INE.
Sumando julio y agosto, las pernoctaciones se redujeron un 1,3 por ciento respecto al mismo periodo de 2017. La estancia media de los viajeros bajó también en agosto un dos por ciento respecto a 2017, situándose en 3,7 noches por personas.
Por su parte, la llegada de turistas internacionales o el gasto en destino, se resintieron en los últimos meses. Casi diez millones de turistas internacionales visitaron España en junio, un 4,9 por ciento menos que en el mismo mes de 2017, el mayor descenso en ocho años.
El país registró en el último lustro varios récord en materia de turismo, un sector que despegó en los años 60 gracias al tándem «sol y playa». El pasado año, más de 82 millones de extranjeros lo visitaron, lo que supuso un incremento del 8,9 por ciento.
«Turismofobia»
En consonancia con lo informado por el Banco de ESpaña, la asociación turística «Exceltur» prevé que el sector modere su crecimiento este año en torno a un dos por ciento. El presidente de esta entidad turística, José Luis Zoreda, descartó que estos datos lleven aparejada necesariamente «una visión catastrofista» de esta industria, que a su juicio sigue siendo uno de los principales motores de la economía española.
Parte de este frenazo se achaca a la recuperación de destinos competidores como Túnez, Egipto o Turquía, cuya inestabilidad política y económica supuso un trasvase de turistas a España en los últimos años, especialmente desde 2011. Algunas voces dentro del sector reconocen que el ritmo de crecimiento registrado por el turismo español en los últimos años no era sostenible. Y que había tocado techo.
En algunas de las zonas del país que más visitantes reciben, como Baleares o Cartaluña, hubo incluso brotes de «turismofobia» recientemente, con incidentes y pintadas contra los visitantes. En ese caldo de cultivo tiene mucho que ver el fenómeno «airbnb», la principal plataforma online de alquiler vacacional, al que se achaca en parte la subida del precio de los alquileres de vivienda habitual en grandes ciudades y zonas turísticas.
D.S / DPA