«Las prohibiciones y restricciones de peinados asociados con la población afroamericana a menudo se basan en patrones de apariencia blancos y perpetúan el estereotipo racista de que los peinados afros son poco profesionales», dice la comisión en las nuevas directrices. «Existe una noción muy expandida y fundamentalmente racista de que los peinados asociados con la población negra no son adecuados para entornos formales, que pueden ser poco higiénicos, desarreglados, alborotadores o descuidados».
La normativa en cuestión se dirige a todos los peinados asociados con la identidad racial, étnica o cultural de una persona, pero aclara explícitamente que se protege el derecho de la población afroamericana de mantener su cabello natural. Las violaciones a la nueva ley se considerarán actos de discriminación racial y las empresas se enfrentarán a elevadas multas por las infracciones que se consideren maliciosas.
La normativa también establece que no se podrá exigir a los empleados que se alisen el cabello ni se podrá prohibir que alguien lleve el cabello más largo que un número determinado de centímetros, ya que eso permitiría penalizar los peinados afros. Además, las empresas no podrán discriminar a potenciales clientes. Por ejemplo, un club nocturno no podrá imponer un código de vestimenta que excluya ciertos peinados.
La nueva ley de Nueva York no afecta a las normativas que obligan a los trabajadores a llevar una redecilla o recogerse el cabello por razones de sanidad o seguridad, informó The Guardian. La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos, Carmelyn Malalis, publicó en Twitter una foto de Barack Obama agachándose para que un niño negro le toque el pelo. «El pelo es parte de ti», escribió. «La discriminación racial basada en el cabello ya es ilegal en Nueva York».
D.S.