CONSEJOS DE VIAJE
Malaria, dengue o diarrea: prevenciones antes de viajar a zonas de riesgo
Especialmente en algunas regiones de África y América del Sur se requieren de ciertas vacunas obligatorias para ingresar. Además, lo que hay que saber antes de hacer viajes largos con chicos.
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Antes de emprender un viaje a zonas con riesgo de alguna enfermedad transmisible es recomendable informarse sobre posibles vacunas y medidas de prevención sanitaria para el país de destino. Especialmente en algunas regiones de África y América del Sur se requieren de ciertas vacunas obligatorias para ingresar.
Es recomendable consultar con un especialista al menos cinco semanas antes de emprender el viaje, para tener un margen de aplicación e inmunización de la vacuna. Sobre todos los adultos mayores, las mujeres embarazadas, los diabéticos y las personas con enfermedades crónicas deben evaluar los riesgos de un viaje, ya que no existen vacunas para prevenir todas las posibles infecciones en los países de destino.
Algunas de las enfermedades tropicales a tener en cuenta:
DIARREA
La diarrea es la enfermedad más común en los viajes y afecta hasta un tercio de los turistas en algún momento de su viaje a África, Asia o América Latina. En la mayoría de los casos, los síntomas desaparecen después de unos días. Si aparece sangre en las heces, fiebre o calambres intestinales y estomacales severos hay que acudir al médico para identificar el patógeno. Se recomienda no comer alimentos sin cocer o pelar, beber agua solo de botellas selladas, no consumir cubitos de hielo y lavarse las manos con frecuencia.
HEPATITIS A
El virus de la hepatitis A está extendido en todo el mundo. Se transmite principalmente a través de alimentos y agua contaminados. El RKI recomienda una vacunación antes de viajar a regiones de alta prevalencia de hepatitis A. Esto no solo se aplica a las zonas tropicales, sino también a Europa mediterránea y oriental.
MALARIA
«La malaria es especialmente peligrosa si no se detecta a tiempo. De lo contrario es fácilmente tratable y curable», explica Mockenhaupt. Es una de las enfermedades infecciosas más comunes y peligrosas. Puede prevenirse con la aplicación permanente de repelente de mosquitos y mosquiteros. En la oscuridad, cuando el mosquito transmisor está activo, es mejor usar ropa de manga larga, liviana y suelta y rociarla también con productos repelentes. Para ciertos destinos, como por ejemplo el África subsahariana, es adecuada una profilaxis con pastillas. Sin embargo, hay que sopesar siempre entre los efectos secundarios y el riesgo de contagio. No existe una vacuna aprobada contra la malaria.
FIEBRE DEL DENGUE
El dengue es transmitido por mosquitos diurnos y es común en el sudeste de Asia, África, India, América Central y del Sur. Entre dos y diez días después de la picadura aparecen los síntomas, que a menudo se confunden con la gripe: fiebre alta, dolor de cabeza intenso y dolor corporal. Se recomienda ir al médico y en caso de que el cuadro se agrave acudir a un especialista en medicina tropical. Como no existe vacuna, la protección más efectiva contra el mosquito del dengue es el uso de ropa larga y repelentes.
RABIA
En áreas rurales de muchos países aún hay riesgo de rabia, transmitida principalmente por perros. Se recomienda la vacuna antirrábica en caso de viajar a áreas endémicas y se está en contacto con animales. Sin tratamiento, la enfermedad es mortal. Hay que acudir a un hospital dentro de las 24 horas posteriores a una mordedura para recibir la vacuna correspondiente.
ENCEFALITIS JAPONESA
La encefalitis japonesa (JE), que se transmite por la picadura de ciertos mosquitos, es común en Asia. Puede provocar fiebre alta, inconciencia, convulsiones y parálisis, aunque pocos casos de las infecciones son sintomáticos. Se recomienda una vacuna solo para personas que viven en regiones donde se encuentra el virus JE o viajan allí a menudo. Actualmente no hay medicamentos efectivos para el tratamiento.
FIEBRE AMARILLA
La enfermedad de la fiebre amarilla no es muy común entre los viajeros, ya que muchos países exigen una vacuna para ingresar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una única dosis contra la fiebre amarilla protege para toda la vida. Esta no debe aplicarse a personas inmunocomprometidas ni a mujeres embarazadas.
Hay que informarse antes de hacer viajes largos con chicos
Es mejor no ir a países con riesgos de contraer la malaria si se viaja en familia con niños menores de cinco años. Así lo recomendó Mathias Wagner, especialista en medicina pediátrica y para adolescentes en una conferencia organizada por el Centro de Medicina de Viajes (CRM) en Berlín. La malaria está presente en grandes áreas del África subsahariana, recordó el facultativo, que señaló también que es recomendable evitar regiones con alturas de más de 2.500 metros.
«Se debe obtener información sobre la infraestructura médica y de otro tipo en el país de destino, para que, dado el caso, un niño pueda ser atendido adecuadamente», añadió. Además de la malaria, existen otras enfermedades transmitidas por mosquitos que los padres necesitan conocer para proteger a sus hijos. Esto no es imposible con un bebé de un año, «pero plantea ciertos problemas», continuó Wagner.
Cuando los padres aprenden sobre riesgos como la fiebre del dengue, con frecuencia se horrorizan. El DEET, un componente común de los repelentes contra mosquitos, está permitido en muchos países a partir de los dos años, a diferencia de Estados Unidos, donde se puede administrar a partir de los dos meses. Los padres también deben poner a prueba sus rutinas de viaje a veces ambiciosas antes de irse de vacaciones con niños pequeños. Con ellos todo lleva más tiempo, por lo tanto, es mejor programar distancias más cortas, viajar sin demasiados planes y cambiar de ubicación lo menos posible, recomendó.
D.S